Un reloj digital en medio del Salón de Plenos limitará la verborrea de los políticos

Ordenan comprar este cronómetro con mando a distancia, que controlará el alcalde de la ciudad

María Victoria Revilla

12 de julio 2013 - 01:00

Ejercicio de concisión y saber ir al meollo del asunto sin marear la perdiz. Son las nuevas reglas plenarias que impondrá la aparición en la escena del Salón Noble de un reloj digital con el que el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, cronometrará cada una de las intervenciones de los políticos de los tres grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Almería, evitando que los Plenos se prolonguen hasta el infinito.

El área de Alcaldía ya ha ordenado la adquisición de este reloj, que será instalado en mitad del Salón Noble. Irá ubicado en el suelo sobre un cajón o soporte, que permita ser visualizado desde las bancadas del equipo de gobierno y de la oposición. El sistema solicitado, un reloj digital modelo Ledi-10, incorpora un mando a distancia que activará el alcalde, a quien le corresponde dirigir los turnos de intervención en los debates plenarios. Ya en la última sesión, celebrada a principios de este mes, Rodríguez-Comendador optó por aplicar las normas contenidas en este sentido en la Ley de Grandes Ciudades y limitar a diez minutos el discurso de cada uno de los políticos que participaron en el debate, usando para ello las utilidades contenidas en su teléfono móvil.

A pesar de ello, el que se presumía que iba ser una sesión relativamente corta, se prolongó más de lo previsto sobrepasando las 13:00 horas y haciendo esperar a una pareja de novios que iba a contraer matrimonio en el Salón.

Algunos representantes políticos les va a costar ceñirse al tiempo legal, acostumbrados a extenderse en sus argumentos, sobre todo en mociones relacionadas con la política nacional. Entre ellos, el propio portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular y concejal de Economía y Territorio, Pablo Venzal, al que el alcalde en más de una ocasión le ha tenido que llamar la atención por una extendida exposición.

No obstante, los récords de plenos de mayor duración los ostentan corporaciones pasadas. En el último mandato de Martínez Cabrejas, el socialista tuvo que suspender a las 24:00 horas un debate para continuar al día siguiente, si bien memorable es el Pleno de más de 12 horas de Juan Megino. No se levantó ni una vez. Cómo lo logró es uno de los secretos mejor guardados del Ayuntamiento.

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