Religión

San Marcos volvió a la plaza de las Cuevas de los Medinas

  • Tras varios años, hubo misa flamenca y salida del santo a la calle

  • Luego, buñuelos y chocolate ‘pro reparación de la iglesia’

Un centenar de vecinos de la barriada almeriense escucharon la misa en la plaza e incluso en balcones cercanos.

Un centenar de vecinos de la barriada almeriense escucharon la misa en la plaza e incluso en balcones cercanos.

Las Cuevas de los Medinas es una deliciosa barriada de Almería situada a unos 20 km. de la capital. Populosa en otro tiempo, igual que su homónima de los Úbeda, hoy día censa unos 400 habitantes. La cercanía de El Alquián y de la misma capital y las excelentes comunicaciones que tiene con ambas hace que muchos de sus habitantes no tengan su residencia fija en la barriada sino que acuden sólo los fines de semana o en fechas señaladas.

Una de ellas fue el pasado día 25, festividad de San Marcos, patrono de Cuevas de los Medina. La pandemia y cierta dejación por parte de anteriores responsables, habían propiciado que San Marcos llevase varios años sin asomarse al exterior de la iglesia cuevana; iglesia, que, por otra parte, presenta un estado de deterioro preocupante e incluso, a decir de los vecinos, amenaza con derrumbarse. “Los niños hacen la catequesis en la calle pues nos da miedo de que estén dentro ya que puede suceder una desgracia”, nos decía una vecina.

Tras la Eucaristía, se procedió a la degustación de chocolate y buñuelos elaborados por los propios vecinos al simbólico precio de un euro ‘pro restauración de la iglesia’. Tras la Eucaristía, se procedió a la degustación de chocolate y buñuelos elaborados por los propios vecinos al simbólico precio de un euro ‘pro restauración de la iglesia’.

Tras la Eucaristía, se procedió a la degustación de chocolate y buñuelos elaborados por los propios vecinos al simbólico precio de un euro ‘pro restauración de la iglesia’.

Precisamente aprovechando la fiesta, realizaron el primer acto para recaudar dinero para su arreglo “ya que ni el Ayuntamiento ni el Obispado nos echan una mano”. A las 7 de la plácida tarde primaveral, San Marcos fue trasladado en andas al centro de la plaza que hay ante la iglesia y allí el párroco, Andrés Rodríguez, ofició una concurrida misa flamenca a la que acudieron muchos de los hijos de la localidad que ahora viven fuera. La guitarra y la voz de Niño de las Cuevas (oriundo del lugar) amenizaron la misa así como la deliciosa y juvenil voz de Celia Ortega quien, con 14 años recién cumplidos, entonó un Padrenuestro que emocionó a los asistentes.

Tras la Eucaristía, el santo regresó al interior de la iglesia a hombros de varias muchachas y llegó el momento gastronómico-recaudatorio: se repartió entre los asistentes buñuelos y chocolate voluntariamente a un euro, con el fin de recaudar fondos para la restauración del templo. No deja de ser un primer paso que se espera tengan continuidad. Querer es poder. ¡Ánimo!

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