Almería

Segunda muerte de un niño tras la de Gabriel

  • La causa por el asesinato del pequeño a manos de la novia de su padre sigue en investigación por parte del juez

El Patio de Luces de la Diputación acogió la capilla ardiente de Gabriel.

El Patio de Luces de la Diputación acogió la capilla ardiente de Gabriel. / Rafael González

El fallecimiento del niño de Balerma llega cuando aún no se han cerrado las heridas del asesinato de Gabriel Cruz, el pequeño de 8 años muerto a manos de la novia de su padre. El 27 de febrero fue cuando se perdió su rastro en Las Hortichuelas Bajas, donde estaba pasando el puente del día de Andalucía en casa de su abuela paterna. No fue hasta el 12 de marzo que su cuerpo sin vida apareció en el maletero del coche de Ana Julia Quezada, una dominicana que un año y medio antes había iniciado una relación sentimental con el progenitor del niño tras llegar tiempo atrás a Las Negras procedente de Burgos.

Durante las casi dos semanas que duró la búsqueda de Gabriel se pensó que el niño había desaparecido cuando se dirigía sobre las tres y media de la tarde a jugar a casa de la prima de su abuela, con los nietos de ésta. Los intentos para localizarlo supusieron una de las mayores operaciones de este tipo que se recuerdan con la movilización de todo tipo de unidades de la Guardia Civil, Bomberos, Policía Local de diferentes municipios, Protección Civil, etc., todos ellos coordinador por el Grupo de Emergencias de Andalucía desde un puesto avanzado en Las Negras.

Un tiempo en el que no quedó un pozo, rincón de la sierra, mina o balsa sin rastrear. Sin embargo, el niño nunca llegó a encaminar sus pasos a la casa de su tía abuela. Ahora se sabe que Ana Julia Quezada se lo llevó a una finca de su padre en Rodalquilar y que allí lo asfixió, enterrando su cadáver junto a un pozo. La mujer, viéndose acorralada por la Guardia Civil extrajo el cadáver de este lugar el 12 de marzo y lo trasladó en coche hasta Vícar, donde tenía su domicilio.

La mujer insiste en que la muerte se produjo de forma accidental pero el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano, considera que todo fue fruto de un "macabro" plan y por ello decreto su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por delitos de detención ilegal, asesinato y contra la integridad moral.

El juez mantiene la investigación abierta y aún continúan las declaraciones de testigos. Uno de los últimos fue el policía local que apuntó en su día que la camiseta del niño hallada por Quezada junto a la depuradora de Las Agüillas no se encontraba allí horas antes del supuesto hallazgo, lo que refuerza la versión de la Unidad Central Operativa del Instituto Armado de que la investigada pudo dejarla allí para despistar o incluso incriminar al hombre con el que llegó a Las Negras desde Burgos, ya que el domicilio de éste se encuentra próximo a esta zona.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios