Almería

El Seprona, un seguro para velar por el medio ambiente

  • Desempeña una función destacada en la prevención e investigación de incendios forestales

  • La especialización le permite participar en la instrucción de casos con gran envergadura

La Guardia Civil es una entidad consagrada dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y una de las claves para adquirir ese prestigio es la especialización a la que se someten sus profesionales, sobre todo en el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Una labor que se centra en la preservación del medio ambiente como bien común y que abarca una amplia variedad de campos no siempre conocidos en el ámbito social, cuya cobertura requiere una actividad muy intensa a lo largo del año.

Tres décadas se cumplen desde su fundación, lo cual no implica que la protección de los espacios naturales se obviara en tiempos precedentes, pues el origen de la propia Benemérita tiene sus raíces en las zonas rurales. En los años 70 ya había patrullas motorizadas que custodiaban los montes y el guarda de campo integrado se remonta a finales del siglo XIX, prueba la larga trayectoria de compromiso del medio ambiente. Lo cierto es que en los últimos años se ha alcanzado un repunte significativo en la especialización tanto a nivel interno como externo, especialmente reflejado en la colaboración con las administraciones y colectivos.

Participan en algunas operaciones que están coordinadas por Europol e Interpol

Fruto de esa evolución, el Seprona ya forma parte de operaciones a escala internacional, en cooperación con Europol. Un hecho que se suma a la habitual intervención en actividades como la caza, la pesca, los incendios, la agricultura, la ganadería y la sanidad animal y vegetal o la seguridad alimentaria, entre otras. El dominio hidráulico, el marítimo terrestre o el turismo incluso se encuentran en su lista de competencias. Se erige así como un colectivo esencial en Almería puesto que la agricultura es el motor económico de la provincia. Algunas de sus acciones son el control fitosanitario, que ejercen a través de planes conjuntos con la Junta de Andalucía. Usando el muestreo de la hoja de la planta y el producto que se le suministra, se examinan en laboratorios acreditados para comprobar que se cumple con la legalidad en procedimientos y cantidades. Es decir, que el producto conste en el registro estatal y su aplicación se haga en torno a la normativa técnica. Se trata de contribuir a que la producción y, como consecuencia, el consumo cuenten con los mejores estándares de calidad.

No menos destacable es la función que desempeñan para la correcta gestión del agua, un bien escaso, codiciado y muy necesario para la actividad agrícola, que junto al suelo y a la atmósfera constituye los tres ejes de su ocupación. Para ello se desarrollan servicios específicos que detectan captaciones de agua ilegales. Tampoco es secundaria la supervisión en la gestión de residuos ya que producen un impacto visual negativo y pueden ser el origen de plagas y enfermedades que afectan a las plantaciones.

Es una tarea compleja que se desempeñan en coordinación con las administraciones competentes, lo que ha derivado en un salto de calidad en las intervenciones y en la formación de los integrantes. Así, el Ministerio del Interior reconoció el pasado año al Seprona como la primera policía judicial específica del medio ambiente. "No hay otro cuerpo que tenga esa catalogación en materia medioambiental", señala Sergio López , teniente jefe de la unidad especializada en Almería. Una distinción que les ha llevado a convertirse en una referencia de la investigación criminal, donde la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) ha sido una gran aliada.

La catalogación es un plus de garantías en sus procedimientos ante las autoridades judiciales y fiscales porque les requieren como unidad de policía judicial para instruir casos de gran envergadura, algunos de ellos aún en investigación. "Nos distingue de otros cuerpos que no son de base policial, pero no hay que quitarles mérito porque realizan una labor fundamental e imprescindible y la coordinación general con la Consejería de Medio Ambiente es total. Todos los ojos y todas las manos son bienvenidas para trabajar", resalta el teniente. Colaboración administrativa muy estrecha puesto que en la mayoría de actuaciones requieren informes técnicos aportados por el Seprona.

El reconocimiento no es fortuito porque la formación que se exige es extraordinaria y pasa por conocer de primera mano las ordenanzas municipales, normativa autonómica, los convenios internacionales y el reglamento europeo, que cada vez es más incisivo en la supervisión del espacio natural y se rigen por una aplicación directa. Europa fue la que reconoció al cuerpo como la primera policía medioambiental del continente, antes incluso que otros cuerpos europeos. La evolución y el reconocimiento en todos los ámbitos ha contribuido a la visibilidad de un grupo de profesionales, quienes se han adaptado igualmente a la transformación social. El entorno de trabajo se ha intensificado en las zonas urbanas porque la mayor parte de las actividades clasificadas, que afectan al medio ambiente, están en las cercanías de los lugares con más población.

Un quehacer no siempre perceptible físicamente, pero trascendental para que la ciudadanía tenga un día a día más cuidado y las futuras generaciones tengan la oportunidad de recibir un entorno natural aprovechable. Es una forma de crear una sociedad más justa y solidaria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios