Nino Bravo es una de las grandes voces de la canción española. Sus canciones son auténticos himnos por todos conocidas. La Banda Municipal se unió al cantante Serafín Zubiri para rendir un homenaje y recordar el legado de este genial artista que regaló cinco discos y 58 temas, antes de morir de forma prematura.

Con una excelente adaptación orquestal, el domingo, en la Plaza Vieja, interpretaron quince temas, a cual más precioso, que emocionó al público tanto por la calidad técnica de la Banda, como la portentosa voz de Serafín Zubiri y su virtuosismo al piano.

El cantante terminó su actuación valorando a la Banda Municipal de Almería, “podéis presumir de Banda, es un patrimonio cultural de la ciudad y hay que apoyarla acudiendo a sus conciertos”.

Bajo la dirección de David Sánchez Uribe, el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería decidió recordar el legado de Nino Bravo a través del tradicional concierto que la Banda Municipal ofrece en agosto. Como invitado, el gran Serafín Zubiri, que supo emocionar al público en la interpretación de cada tema, al que se unió su dominio con el piano que le acompañaba en la mayoría de melodías.

Tras una obertura musical Como todos por parte de la Banda Municipal, se fueron sucediendo los himnos repartidos en los cinco discos.

Esa será mi casa, Elisabeth, Te quiero, te quiero, donde el público actuó como coral, El tren se va, Puerta de amor, Mis noches sin ti, Cartas amarillas, Noelia, Amanecer, Mi tierra, Vuelve, Vivir, América, América y Un beso y una flor, el colofón a un concierto único, en el que empastaron perfectamente la voz de Serafín Zubiri con los instrumentos de la Banda almeriense.

Aunque hace algo más de 48 años que un accidente robó la vida de Nino Bravo, el valenciano continúa siendo considerado como una de las mejores voces masculinas de la historia de la música en España.

En este ambicioso proyecto, la Banda ha querido unirse a Serafín Zubiri, que ha destacado tanto por su talento al piano como por la voz que le hizo convertirse en el primer intérprete invidente que actuó en el festival de Eurovisión en el año 1991.

El amor que desprenden las letras de las canciones de Nino Bravo, la perfecta conjunción de la Banda y Serafín, junto al entorno de la Plaza Vieja, regalaron el domingo un concierto especial, muy aplaudido por el público.