Serrat recibe el máximo galardón de la UAL junto a su Mediterráneo
El cantautor catalán recogió la XIII Medalla de Oro en un acto que tuvo lugar en el Auditorio · Junto al coro de jóvenes estudiantes interpretó 'Cantares', tras lo que consiguió poner en pie a los asistentes
Quema la primera luz de la mañana el azul sereno del Mediterráneo. No se deja ver, esquiva la mirada. Juega con la falda del Campus Universitario de La Cañada que domina el mar. Una y dos. Olas que vienen y regresan, para fundirse en un abrazo con la tumba de la historia, que han vertido en ti cien pueblos, de Algeciras a Estambul. Joan Manuel Serrat llega a la UAL pasadas las once de la mañana. Lleva gafas de sol para que no le queme el reflejo ronco del salitre. A su lado, el rector de la Universidad, Pedro Molina, y el Consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, abren al catalán las puertas de la institución académica.
Un regalo. Recuerdo de la UAL. Luego a firmar el libro de honor. Acompañado por sus queridos groupies, como el noi de Poble Sec ha definido a sus amigos Manuel Vincent, Ángel Sánchez, José Luis García Sánchez y el fotógrafo Jordi Socías, tomó un café en compañía del equipo de Gobierno de la Universidad en pleno. Muchos aprovecharon para que firmara algunos vinilos. Recuerdos de otros años, pero la misma lucha. Las ganas le podían. Las fotografías reglamentarias y el camino al Auditorio. Los estudiantes se paran, algunos le reconocen, muchos le saludan. Joan Manuel Serrat entra en el recinto, que mucho antes del comienzo del acto ya está lleno a rebosar. Una mujer vestida de rosa espera en la puerta. "Empuje usted sin miedo, que yo de aquí no me voy a mover hasta que me dejen pasar, que para algo he venido del centro".
Fuertes aplausos. Asientos ocupados. Gente en pie. Más de una hora de discursos, de risas y anécdotas. Comenzó con la intervención de Gabriel Núñez, profesor de la UAL, y uno de los artífices de la nominación como Medalla de Oro del catalán. Sus amigos, sus groupies, también quisieron hacer mención a uno de los más importantes creadores que ha dado España. "Apareciste justo en el momento exacto de completar nuestra edad sentimental", afirma Núñez. Paraules d´amor, Penélope o Aquellas pequeñas cosas fueron algunas de las canciones que marcaron una época. La misma, los mismos años, que se respiraban ayer en el Auditorio.
Tras él, Manuel Vincent también quiso felicitar a su amigo recordando anécdotas. "Joan Manuel ha sido el propietario del paisaje sonoro de una época". Serrat es algo más. "Es la intrahistoria psicológica de este país". Llegaba el momento más importante de la mañana. En un estuche rojo, cerrado, estaba la Medalla de Oro de la UAL. El máximo galardón que esta institución entrega. Un reconocimiento para la música, para la canción de autor. El homenaje a Joan Manuel Serrat. A un luchador. Pedro Molina espera que concluya la ovación. Toma la caja en sus manos. "Tu música y letras nos han ido forjando, evocas una época, un arquetipo humano próximo al hombre bueno de Machado". El rector quiere explicar al músico y a los jóvenes que llenaron el recinto el por qué de una medalla. "No sólo has convertido en materia poética la realidad, porque estamos ante un escritor, un poeta, has conformado un árbol que vas enriqueciendo". Serrat es pasado y presente, la coexistencia de dos épocas que miran hacia el futuro. "Todos hemos gozado con tu música y tus letras". El catalán se ha girado en la silla. Ahora mira a la cara a Molina. Con ostensibles muestras de agradecimiento. No tiene palabras. A veces, los genios también callan. "Lo que has vivido en Poble Sec, en la posguerra, era similar a aquello que los vecinos podían ver en Almería".
Le entrega la caja roja. Serrat intenta abrirla. A la primera parece que se atranca, pero luego, el oro de la distinción reluce. Como el sol de las diez de la mañana en las aguas del Mediterráneo. Palabras de agradecimiento, cargadas de cariño. La música ha vuelto a ganar. El director del coro de la UAL baja las escaleras centrales despacio. "¿Le gustaría cantar con nosotros?". Serrat, el noi de Poble Sec se sienta entre ellos. Caminante, no hay camino...
También te puede interesar