Almería

Sexo en puerto seco

  • El Ayuntamiento ha cortado una veintena de veces el cabo de acceso a La Faluca, pero la medida no evita que el barco se convierta en refugio para relaciones íntimas

Por morbo o por falta de recursos. Da igual, la causa es insustancial frente al hecho de que la Faluca Almeraya, la réplica del barco hispano-musulmán mandada a construir con motivo de la celebración de los Juegos Mediterráneos de 2005, se ha convertido, pese a estar dentro de una rotonda, en el refugio íntimo de parejas para la práctica de sexo espontáneo. Aseguran que el Ayuntamiento de Almería ha mandado cortar el cabo que facilita el acceso al interior de la embarcación una veintena de veces, sin que la medida esté dando resultado alguno: "Vuelven a entrar".

La Faluca, a la que se le ha rebautizado con el gráfico nombre de follaluca, ha tenido el deshonor de ser incluida en uno de los escondrijos de la capital almeriense recomendados en las redes sociales como picadero. Cuenta incluso con su propia ficha, en la que se explica su ubicación, frente al Auditorio Maestro Padilla (plaza Manuel Krauss), y su origen. "Es un sitio original y de lo más íntimo", se describe en la página web mispicaderos, en la que no se escatiman recomendaciones: "Dejad el coche en el aparcamiento del Auditorio y podéis entrar al barco por su parte posterior. Una vez dentro, tenéis varios sitios para elegir, nadie os verá". Eso sí, se aconseja su uso a "altas horas de la noche cuando no haya tráfico".

Si bien la web lo recomienda por "sus vistas al mar" y el grado de intimidad "alto", lo cierto es que su utilización como picadero no ha pasado por alto por el Ayuntamiento, desde donde se han dado las citadas órdenes de corte de cuerda. Pero la intromisión, también de indigentes, no es lo único que soporta La Faluca, cuyo estado de deterioro es visible sin necesidad de bajarse del coche.

"De su uso para las relaciones sexuales no voy a hablar", pero Miguel Cazorla, ahora portavoz de Ciudadanos y, en 2005, el concejal de Turismo que tuvo la iniciativa de crear esta embarcación, sí se ha mostrado dispuesto a defender "este legado de la historia de la navegación" de la falta de mantenimiento de la que responsabiliza al equipo de gobierno. En 2010, el Ayuntamiento decidió sacarla del amarre del Club de Mar y trasladarla a su actual ubicación como elemento decorativo de la rotonda. "En otras ciudades, el patrimonio y la historia se miman. Aquí somos tan catetos de sacarla al mar y dejarla a la intemperie. Es una auténtica vergüenza", reprueba el edil, que explica que los materiales con los que fue construida está réplica son los empleados en siglos pasados: tablas de madera unidas mediante masilla elaborada con resina, estopa y caña. "Necesita estar permanentemente mojándose; mientras estuvo en el Club de Mar todos los días había un señor que se dedicaba a regar la cubierta con agua de mar para que la resina no se estropeara y no se desgarrara la madera".

Es evidente que La Faluca no está recibiendo este cuidado constante. Aparte de graffitis, la madera en todo su costado está resquebrajada.

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