"Siempre tuve buena disposición y nunca me he negado a pagar"
El empresario taurino Fermín Vioque explica los motivos por los cuales el diestro Morante de la Puebla abandonó el coso de Roquetas de Mar negandose a torear
La 'espantada' de Morante en Roquetas de Mar el pasado día 19, cuando abandonó la plaza vestido de luces antes del paseíllo, afecta anímicamente todavía al empresario que lo contrató, Fermín Vioque, que lo lamenta, pero exculpándose y señalando al torero como único responsable.
"No salgo de mi asombro, y bien que lo lamento", dijo Vioque en declaraciones a los medios, pero en tantos años que llevo en la profesión creo que tengo demostrado que soy una persona seria, honrada y trabajadora, aunque, eso sí, incapaz de hacer milagros".
Clara alusión a las diferencias surgidas entre la empresa de Roquetas de Mar, dirigida por el propio Vioque, y el diestro Morante de la Puebla, quien minutos antes de hacer el paseíllo optó por no torear, "ni llegó a despedirse de sus compañeros", abandonando la plaza por un "insalvable desacuerdo económico de última hora", dijo el empresario.
Un mal trago para todos, empresario, toreros, y, sobre todo, aficionados, pues tras comunicar por megafonía que el festejo quedaría en un mano a mano entre Ruiz Manuel y Salvador Vega, al marcharse Morante, estuvo a punto de producirse "un altercado de orden público que hubiera sido lamentable", dijo.
Vioque explica los pasos en la contratación del matador.
El pasado enero, se produjo el primer contacto con el apoderado, José Sánchez Benito, para tratar de contratar al torero para la feria de Roquetas, pidiendo una cantidad de dinero "muy excesiva", en torno a los 137.000 euros, argumentando que "seguro que Morante llenará la plaza".
"El apoderado tenía unas expectativas desmesuradas. Alegó que este año iba a ser muy diferente, que querían dar una imagen nueva, renovada. Pensé que 137.000 euros era muchísimo dinero, pero me aseguró tantas veces que su torero llenaría la plaza, que de lo contrario era imposible plantearse pagar esa cantidad", aseguró Vioque.
El acuerdo quedó cerrado finalmente en los términos que exigía el apoderado del diestro, formando cartel con Riuz Manuel, quien abría cartel, y Salvador Veda, cerrándolo.
Pasaron los meses, y el primer contratiempo es que "la venta de los abonos baja un 20 por ciento respecto al año anterior" y que la gente que va a comprar una entrada quieren la de la corrida del día anterior, y "muy pocos la de Morante".
Unos días antes de la corrida, el segundo contratiempo, «pues al ir a la Seguridad Social a presentar la documentación con el contrato tramitado a nombre de 'Arte e Imagen Siglo XXI', y que especificaba los 137.000 euros acordados, lo echaron para atrás, porque dicha sociedad no estaba dada de alta».
Y el segundo contrato realizado, a nombre de 'Morante de la Puebla S.L.', ya no recogía esa cifra de dinero, sino «cantidad convenida».
A la hora del festejo había vendidas 417 entradas además de los 500 abonos un cuarto de plaza, cifra muy pobre para "tanto relumbrón" por la presencia del torero sevillano.
"Es obligación de cualquier figura, ya sea de arte o de valor, llevar gente a la plaza. Si se pide una cifra tan alta de dinero es porque el aficionado abarrotará cualquier sitio donde se anuncie el torero, pero no fue el caso. Si arrastra gente ganamos todos, pero si no, el que pierde es el empresario", declaró Vioque.
El hecho es que a la hora de la corrida la recaudación era tan escasa que pagar esos honorarios se antojaba complicado, y a pesar de intentar llegar a un acuerdo, incluso con mediación del Ayuntamiento, el torero optó por irse y "no entender que la verdadera realidad de los contratos se dan en la misma plaza, y que si no ha sido capaz de llevar público, el empresario no puede hacer milagros".
El caso se encuentra en manos de los tribunales, pero VIoque quiere dejar claro que "siempre estuve en buena disposición y nunca me negué a pagar".
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