Solemne ofrenda floral al Santo Cristo del Bosque tras la bajada del camarín

Un mes después de la subida del Cristo del Bosque de Bacares a su camarín, tras la restauración a la que ha sido sometida la talla por parte del prestigioso restaurador Joaquín Gilabert, los fieles y devotos vuelven a reunirse en el municipio para rendirle honores en la víspera de la procesión. Con los nervios a flor de piel, los hombres bajan a pulso la imagen mientras las campanas de la iglesia avisan del mediodía y la banda de música Anacrusa del municipio interpreta el Himno Nacional. Es el momento más emotivo de todos los actos religiosos que se sucederán este fin de semana, incluso más que la salida en procesión. Se encuentran sentimientos y la tensión de ver cómo realizan el descenso de la cruz con maniobras milimétricas hasta postrarlo en sus andas.

En el altar, la camarera mayor del Santo se prepara para cambiarle las vestiduras al Patrón ante la multitud que llena la iglesia y espera paciente para acercarse a la imagen. Oraciones, gracias y deseos se suceden desde ayer, tras la eucaristía. Por las veredas, caminos y carreteras no cesan las idas y venidas de los peregrinos que vienen a cumplir sus promesas y a rendir pleitesía a uno de los cristos más venerados de toda la provincia.

Y a las ocho de la tarde, para conmemorar el 40 aniversario de la configuración de la Hermandad del Santo Cristo del Bosque de Bacares, los fieles participan en una solemne ofrenda floral. El olor a rosas, albahaca, gladiolos, claveles y gerberas engalana el templo mientras un coro rociero cantaba al son del tamboril.

Hoy, a las 17:30 horas, la imagen divina saldrá en procesión camino al paraje de El Bosque, donde cuenta la leyenda que apareció la talla, encargada por un ermitaño que prometió a los vecinos de esta villa un patrón al que venerar. Precisamente este historia será recitada a caballo en la ermita antes de concluir la romería.