Solemnidad y respeto al paso de la procesión del Corpus Christi

El Santísimo recorrió ayer las principales calles de Almería acompañado por los niños que recibieron la Primera Comunión, las cofradías de la ciudad y multitud de fieles.

A las 11:30 horas comenzó la jornada en la Santa y Apostólica Iglesia de la Catedral con la Misa Estacional oficiada por el obispo, Adolfo González Montes.

Al finalizar la Eucaristía, el Santísimo permaneció expuesto en el Altar Mayor del Primer Templo de la Diócesis. A las 18:00 horas comenzó el rezo de Vísperas Solemnes previo a la salida en procesión de su Majestad. Una hora más tarde se abrieron las puertas de la Catedral de la Encarnación. Este año se hizo un llamamiento especial a las hermandades para que participasen activamente en la procesión y así ocurrió. Las distintas cofradías compusieron el cuerpo de acólitos con ciriales (Prendimiento), Cruz crismal acompañada por ciriales, hermanos y hermanas portando cirios, hermanas vistiendo mantillas blancas y negras y los estandartes corporativos de cada corporación.

El cortejo del Corpus Christi salió con unos minutos de retraso, a las 19:12 horas, y siguió por la plaza que recibe el mismo nombre hasta llegar a la calle Eduardo Pérez. Después enfiló la calle Trajano y La chambre para adentrarse en el epicentro de nuestra ciudad, el Paseo de Almería. Seguidamente, la Sagrada Custodia llegó hasta Puerta de Purchena y pasó por la Plaza Manuel Pérez hasta adentrarse en la estrecha y siempre recogedora calle de las Tiendas. Antes de eso, la Custodia se paró en la Iglesia de Santiago, donde estaba montado el primero de los altares efímeros por los que pasó la procesión. En concreto, el de la Hermandad de la Soledad. En la calle de las Tiendas aguardaban dos altares más al paso del Santísimo. Uno en el comercio Azabache y otro al final de la calle del Cofrade Juan Sánchez, montado por la Cofradía de la Santa Cena. La calle Mariana llevó al cortejo hasta la Plaza de la Aministración Vieja. En dicha calle estuvo situado el altar efímero del Silencio, realizado por su Grupo joven. Para ser exactos, en la puerta lateral del Convento de las Hermanas Clarisas. Tras pasar por este enclave, el desfile procesional se adentró en la calle Cervantes, donde esperaba el Altar de Pasión, realizado por su Grupo Joven junto a la puerta lateral del Convento de las Puras. La imagen que presidió este altar fue la de un niño Jesús, realizado por Ana Rey y vestido por David Calleja. Fue la primera vez que se vio públicamente esta obra, propiedad de un miembro del Grupo Joven de la cofradía del Lunes Santo. La procesión siguió hasta desembocar nuevamente en la Plaza de la Catedral, donde comenzó la Santa Eucaristía en un escenario montado en dicha plaza, con todas las cofradías y fieles presentes.

La procesión del Corpus Christi fue precedida por maestranzo silvestre, que echaron varios operarios de Ferrovial y Cepsa del Ayuntamiento.

Tras el Santísimo, dirigido por Antonio Artero, acompañaron la custodia los sacerdotes de nuestra Diócesis y las autoridades civiles. La Banda Municipal de Música puso sus sones tras la Custodia.