Con las vacunas, la COVID-19 casi ha desaparecido de las residencias de ancianos. Así lo demuestra el último informe sobre la respuesta del sistema sanitario ante los efectos de la infección por COVID-19 en centros residenciales y en domicilios de Andalucía a fecha 2 de marzo, que se publicó ayer en el BOJA.
En toda la región quedan solo 21 casos activos entre los usuarios de geriátricos, pero es que en Almería es tan solo uno. Se trata de un anciano que está hospitalizado, según han confirmado fuentes de la Delegación de Salud.
Además, la incidencia entre los trabajadores, que también han recibido ya las vacunas, es muy pequeña. Ahora mismo hay dos empleados de centros sociosanitarios con COVID-19 en la provincia: uno de la Residencia de Personas Mayores Los Ángeles, en la capital, y otro en el Centro Residencial para Personas Mayores Mirasierra, de Aguadulce.
No obstante, en la fecha del informe aún había una residencia medicalizada en Almería, en concreto la Residencia Cortijo el Limonero de Pechina. Lleva asistida por el Distrito Sanitario de Almería desde el 29 de enero, cuando se produjo un brote entre sus usuarios que ha costado la vida a varios de ellos.
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