Tango, Mozart y notas con ritmo soul
La Orquesta de Cuerda y la Banda del Conservatorio Profesional de Música de El Ejido ofrecieron un concierto variado en la terraza del edificio · No faltaron dos pasodobles que dieron alegría a la velada
Nuevos talentos camino a una carrera profesional. La Orquesta de Cuerda y Banda del Conservatorio Profesional de Música de El Ejido ofrecieron un concierto en la terraza del edificio con piezas de Mozart, pasodobles, tangos y blues, y la presencia cálida de multitud de familiares de los músicos que se acercaron para apoyar el talento ejidense.
El concejal de Cultura, José Andrés Cano, no faltó a la cita y ofreció unas palabras al público presente: "Tenemos que estar orgullosos de los alumnos del Conservatorio que con su profesionalidad se demuestra que algo se está haciendo bien en El Ejido. Es una satisfacción poder ver un concierto de este tipo en un marco incomparable".
Santiago Rea, director de la Orquesta de Cuerda, explicó las tres piezas que iban a interpretar: "Ofreceremos un repertorio de Mozart, con movimientos rápidos y lentos, son fragmentos muy conocidos".
Los músicos interpretaron Minueto de Una pequeña música nocturna, Ave Verum (arreglo para orquesta de cuerdas), Primer Movimiento de Una pequeña música nocturna. Algunos padres conectaron sus viodeocámaras colocándolas sobre un trípode para contar con un recuerdo para sus hijos. La orquesta sonó con delicadeza a pesar de actuar al aire libre. La tercera pieza fue la más contundente y más conocida por el público en general que respondió para concluir la primera parte con un fuerte aplauso.
La segunda parte de la actuación corrió a cargo de la Banda. Su director, Joaquín Fuertes, explicó el repertorio que iban a interpretar: "Hay que valorar el esfuerzo de estar tantas horas ensayando. Pasodoble Agüero, de José Franco, es del siglo pasado y surgió cuando la Banda de Bilbao, que dirigía el compositor, acudió a ver el matador que brindó el toro y le gustó tanto la faena que le compuso este tema. Pasodoble Níjar, de José Salinas, está compuesto por un profesor del Conservatorio".
Los dos pasodobles fueron muy bien aceptados por parte del público y Salinas salió a saludar al público al término de la interpretación. Pero el concierto de la Banda fue variado, uno de los temas que más matices contenía era Highlights from Chees de Ulvaeus y Andersson, con el arreglo de Johan de Meij. Pasaron desde los momentos más potentes hasta los más dulces.
Libertango, de Astor Piazzola, fue una pieza muy bien acogida por los asistentes por su ritmo trepidante. Pero uno de los momentos con más soul fue la interpretación de Brass Blues, de Geis y Sepourné, que algunos de los asistentes que se encontraban en la silla no dudaron en seguir el ritmo. La actuación acabó con un castillo de fuegos artificiales.
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