Tauromaquia local Tres anécdotas, tres
Crónicas desde la ciudad
Las sucesivas plazas de toros en Almería capital y provincia han sido testigos de un variopinto anecdotario. Jocosas y alegres unas, trágicas y dolorosas en ocasiones. Aquí narramos tres de ellas
RETOMO la sección tras la pausa para preparar medianamente mi participación en los Cursos de Verano de la UAL. Un curso, el dedicado en Roquetas de Mar a la Tauromaquia, que ha supuesto todo un éxito en opinión de los alumnos inscritos. Felicitación a la que me sumo, particularizada en Teresa Belmonte y Francisco Aguado, sus directores y artífices. En mi caso, resumir en hora y media cinco siglos de un fenómeno tan rico en personajes, fechas y documentos como la "Fiesta" en Almería capital y provincia, resulta tarea casi imposible. En tal circunstancia el anecdotario prácticamente no tiene cabida. Esas ausencias justifican la crónica de hoy.
FERROCARRIL
Almería ha figurado secularmente a la zaga del concierto nacional en demasiadas citas y oportunidades. No valoro, apunto el dato contrastado. Fue la penúltima capital -por no extenderme en ejemplos- en disponer del Ferrocarril que nos comunicó con el resto peninsular; el que nos abrió las puertas del progreso.
La locomotora inaugural -coronada de verde follaje y engalanada con las banderas de Granada, Jaén y Almería- pasó la Estación y cesó su jadeo mecánico en el Malecón, al pie de la escalinata de calle La Reina. La fecha del domingo 12 de marzo de 1899 quedó felizmente grabada en el calendario.
Motivo que justificó el tirar la casa por la ventana. La Feria hubiese querido para sí las diversiones organizadas por el Ayuntamiento, Comercio y Compañía del Sur de España en su afán festejar la inauguración de la línea Linares-Almería: regatas y carreras de velocípedos; conciertos por la Banda de Música Municipal, del Regimiento de Ingenieros y del Orfeón "Catalunya Nova"; teatro, guitarras y bandurrias auspiciadas por los hortelanos (Se celebrará un gran baile al estilo del país, al cual asistirán las más hermosas muchachas de nuestra Vega, con trajes adecuados al acto), fuegos artificiales y una inédita Marcha de las Antorchas que, partiendo de la fábrica de esparto de Mr. Hall (carretera de Granada), finalizó en el andén de Costa tras recorrer el centro histórico: carretas de bueyes engalanadas, Policía Municipal a caballo, rondallas, estandartes y banderas de Gremios artesanales… Lo nunca visto hasta entonces.
Como tampoco se había visto mayor afluencia de forasteros llegados en el flamante tren, en diligencias y tartanas de pueblos cercanos o en vapores de Orán, ocupando por entero fondas y posadas. La mayoría con su localidad para los toros -auténtico reclamo turístico- reservada con antelación. Dos festejos mayores en el bienhechor mes de marzo. Día 13: ganado de Muruve, con Rafael Guerra "Guerrita" y Antonio Reverte en el cartel. Día 15: novillos-toros de Moreno Santamaría, para los "niños cordobeses" Rafael González "Machaquito" y Rafael Molina "Lagartijo chico". Primera anécdota. Suceso que no acabó en tragedia, afortunadamente, aunque alguien afirmarse lo contrario
Al entrar Machaquito a matar el primero de su lote, la media estocada pinchó en hueso saliendo el estoque despedido hasta la contrabarrera del "1", con tan mala fortuna que impactó en el cuello de José Martínez, joven estudiante hijo del médico de Fondón. En la enfermería fue atendido de urgencia y trasladado a un domicilio particular, donde curó de la grave herida inferida por el acero en el cuello, interesando el neumogástrico. Cuatro fechas después:
Se encuentra bastante mejorado el joven que en la plaza de toros fue herido hace varios días en el cuello al intentar descabellar (difiere de su anterior gacetilla en cuanto arma torcida) su primer bicho el espada "Machaquito". Nos alegramos de la mejoría .
FIESTA DE LA AVIACIÓN
Segunda anécdota. Avanzamos a la Feria de 1914. Con el visto bueno del alcalde Ramón Durbán, el concejal de Festejos, Carlos Pérez Burillo (amigo y anfitrión de Carmen de Burgos "Colombine" y de su hermana Catalina en la visita de estas a la guerra de Melilla) diseñó un atractivo programa a desarrollar del 22 al 31 de agosto. Tras las funciones religiosas en honor a la Virgen del Mar y la procesión cívica al "pingurucho" en homenaje a los Mártires de la Libertad, por enésima vez son los toros quienes congregan el mayor número de espectadores. Estos y la fiesta de "Aviación por Demazel", en dos expectantes jornadas. No fue el primero en "volar" sobre el cielo de Almería, pero sí el más experimentado. Inexplicablemente, el francés Lucien Demazel se hallaba en España realizando exhibiciones con su frágil aparato pese a haber estallado ya la primera Guerra Europea
El abono taurino se mantenía en las dos consabidas corridas. Eso sí, con excelentes combinaciones: 1ª) Relampaguito, Gallito y Juan Belmonte frente a toros de Gregorio Campos. 2ª) Posada, Gallito y Belmonte ante ganado de Samuel Flores. Finalmente Joselito se ausentó del cartel por una cogida en Bilbao, siendo sustituido por el paisano Relampaguito (¡que difícil era mojarle la oreja!), es decir, se repetía idéntica terna. El piloto gabacho, presente en la barrera del "8" al iniciarse el primer festejo, abandonó precipitadamente su localidad. Ante la sorpresa general, cuando el Pasmo de Triana bordaba el toreo el biplano apareció sobre la perpendicular del coso, describiendo espirales a mil metros de altura. Aquello provocó el delirio, dos fenómenos en distintos planos de altura:
La atención no se apartaba tampoco de las gallardías del torero. Llegó un momento en que el aviador se lanzó en picado a toda marcha sobre el circo pareciendo que las alas del biplano rozasen la crestería de la plaza.
Durante eternos segundo, Belmonte, impávido ante la cara del morlaco, plegó la muleta, alzó la vista y siguió las evoluciones, desentendiéndose de todo y de todos. El insólito hecho fue glosado en ABC por el académico y dramaturgo motrileño López Rubio al cumplirse 25 años del suicidio del sevillano (en abril de 1992 el diario publicó el mismo artículo, "El "monstruo" que cambió la Tauromaquia", coincidente con el centenario de su nacimiento).
Dª PASTORA PAVÓN CRUZ
La tercera y última anécdota liga Toreo y Flamenco. La irrepetible Niña de los Peines debutó en Almería en el Salón Ideal (Paseo del Príncipe) durante la dilatada Feria de 1916: ¡14 días!, del 26 de agosto al 8 de septiembre, única posibilidad de ajustar las fechas libres de Joselito el Gallo y Belmonte, aunque finalmente éste, convaleciente, no pudo comparecer. Ello motivó que el menor de los niños de la señá Gabriela se las viera en la siguiente tarde (día 6) con seis magníficos ejemplares de Guadalest; una de sus "encerronas" en ese año y que el Cossío ignora. Posiblemente, pese al tiempo transcurrido, es la más venturosa efeméride acaecida en el coso de Vílches: seis orejas y dos rabos (por entonces se concedía una sola oreja y se pasaba directamente al rabo, sin darse la segunda).
Al decir de los presentes, la noche de vísperas se vivieron emociones inenarrables. Ahí es nada, Dª Pastora Pavón por peteneras y tarantas (tarantas de la Gabriela, naturalmente) mientras que Dº José Gómez Ortega y su cuadrilla la jaleaba ¡Ay, que envidia! Salud y suerte.
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