Tíjola, referente del arte del bolillo

Cerca de seiscientas personas, integradas en las distintas asociaciones rurales de toda España, se reunían ayer, por tercer año consecutivo en el municipio tijoleño, para celebrar el Encuentro Nacional de Encajeras de Bolillo Ciudad de Tíjola.

La jornada de convivencia arrancaba en el Pabellón Municipal a las diez de la mañana, justo cuando llegaron los numerosos autobuses que se desplazaron desde distintos puntos de la geografía española.

La inauguración comenzó con un desayuno, ofrecido por el Ayuntamiento, a cargo del primer edil, José Francisco Carreño, y la Secretaria General de la Unión de Pequeños Agricultores, Paqui Iglesias, quien animó a todos los asistentes a que continuaran con su labor de recuperar las tradiciones, a la vez que se plantearan la creación de futuras cooperativas para desarrollar un trabajo propio.

La secretaria general de UPA, destacó además, el papel de la mujer a lo largo de la historia, en la recuperación nuestros orígenes y tradiciones, a través de este tipo de prácticas que poco a poco caen en el ostracismo.

El encuentro, un año más, ha sido convocado por la Asociación de Mujeres Rurales (ADEMUR) vinculada a la Unión de Pequeños Agricultores. Según la portavoz de este sindicato, el bolillo es una práctica "que realizan más de 3.000 personas en la provincia de Almería". Es por esto, que a lo largo de todo el año, ADEMUR Almería, organiza con todas las asociaciones de mujeres, diferentes cursos y convivencias de este tipo, "es una forma de apoyar y respaldar el trabajo de todas estas mujeres" explicaba Paqui Iglesias.

El encuentro estuvo marcado por mujeres en su mayoría, aunque también participaron de la jornada hombres y niños que intercambiaron información de cara a materializar sistemas de comercialización, o los aparatos que cada una de ellas utiliza en su localidad para sus labores, pero sobre todo, compartieron experiencias y disfrutaron de una jornada de ocio.

Asociaciones venidas desde Extremadura, Granada, Benalmádena, Cuevas de Almanzora, Huércal Overa o Roquetas de Mar, disfrutaron hasta las seis de la tarde de las diferentes actividades que formaban parte del evento. Fueron precisamente los hombres, los que más aplausos recibieron de sus compañeras, ya que todas coincidían en resaltar el esfuerzo de éstos en un mundo dominado por la mujer.

José Miguel Molina venido desde Granada fue uno de ellos, "yo empecé en la práctica del bolillo, porque mi mujer estaba convencida de que no lo conseguiría" afirmaba el granadino en presencia de su esposa.

Otras mujeres, muchas de ellas abuelas, decían hacer bolillo, como una forma de evitar y superar depresiones, "toda la semana nos encargamos de cuidar a nuestros nietos y llevar nuestra casa para adelante, este tipo de encuentros y el bolillo nos sirve para desconectar de la rutina y disfrutar de las amigas" manifestaba Mariana, una de las bolilleras desplazadas desde la comunidad extremeña.

La música, el baile y el folklore de cada uno de los municipios, fue ron otros de los protagonistas a lo largo de la jornada. Esta fiesta del bolillo acabó siendo una verbena para numerosos tijoleños.