El Tío de la Manta vaga de nuevo

El recordado vagabundo volverá a pasear por las calles de Almería en un corto de animación sobre su leyenda

La imagen subida por La Almería Perdida a Facebook ha generado centenares de comentarios.
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María Victoria Revilla / Almería

27 de junio 2011 - 01:00

No se le ve por las calles de Almería desde hace años. No se sabe bien desde cuándo. Unos dicen que murió en los ochenta, otros aseguran que en los noventa. Su vida es como este dato, una historia inacabada en la que cada uno aporta un granito de invención. O de realidad, quién sabe. El tío de la manta, ese vagabundo que deambulaba tapando su desnudez bajo una ajada frazada, merodea de nuevo por el recuerdo. Sigue despertando esa curiosidad por saber qué hay de cierto o de leyenda en la historia de ese médico cirujano que decidió apartarse de la sociedad, tras el fallecimiento de un familiar muy cercano al que le fue imposible salvar.

Facebook. El grupo La Almería Perdida sube la imagen de la derecha de El tío de la manta, o El Robison Crusoe, como también le llamaban, entre otras tantas de cuando en la Plaza Vieja había cañones o las casas de Villatrina se bañaban en las aguas de El Zapillo. Pero ninguna de las fotos del recuerdo de la ciudad de antes ha despertado en cuestión de horas tanto comentario como la de este vagabundo, que no mendigo.

Francés, ojos azules o verdes. La manta marrón o burdeos amarronado por el cúmulo de suciedad. Fue la mujer la que se le murió en la sala de operaciones o su único hijo en un accidente de tráfico. "Yo lo veía en La Cañada", "yo en las calles del centro". De este batiburrillo de información, Víctor Miralles, diseñador de animación, ha intentado tirar del hilo para desenredar la madeja de una historia que se repite en otras provincias. Almería no es la única ciudad en la que ha habido, o hay, un tío de la manta cirujano, pero ¿será Robison el original?

Miralles ha buscado respuestas a las incógnitas de una persona "que todo el mundo conoce y del que cada uno te cuenta una cosa distinta. Hay gente que dice que era agresivo y otros, sin embargo, que era tranquilo, que no aceptaba ayuda de nadie, aunque si le dejabas en el suelo un cigarrillo, por ejemplo, luego te lo agradecía con un gesto con la cabeza, ya desde la lejanía". Se ha dirigido a la Policía Local y Nacional, que ha consultado a su vez a la Interpol. "El tío de la manta fue atendido en diversas ocasiones. La Policía asegura que se dejaba llevar a centros de acogida, pero una vez allí se iba, cumpliendo su advertencia. No quería recibir ayuda", explica Miralles, quien se ha topado con la inexistencia de un archivo que pudiera aclarar esta leyenda. Según los datos obtenidos, era francés y su familia vino a Almería en varias ocasiones en su búsqueda, pero sin dar explicaciones de los motivos que llevaron a esta persona sin nombre conocido a convertirse en un vagabundo.

"Quería saber la historia real, pero ahora pienso que es mejor no robarle ese halo de misterio, esa imagen desenfocada a la que cada uno le da su color". Miralles aportará el suyo en el corto de animación sobre el que trabaja, en el que El tío de la manta volverá a pasear por las calles de Almería, recreadas mediante maquetas, convertido en una marioneta sobre un croma o enteramente dibujado, empleando para ello la técnica mixta donde la manta ajada marcará esta nueva historia.

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