Toma de posesión en el Colegio de Abogados

El Colegio de Abogados de Almería acogió ayer la toma de posesión de los letrados que tras ser elegidos en las elecciones del pasado día 21 de diciembre van a cubrir los cargos de diputado segundo, tercero, sexto, bibliotecario y secretario de la institución.

El decano, José Pascual Pozo, presidió el acto en el que Juan Luis Aynat Bañón, José Manuel Jiménez Cañadas, María Belén Garro Giménez, María Isabel Viciana Martínez-Lage y Lucas Soria López juraron "cumplir bien y fielmente las obligaciones de sus respectivos cargos y guardar secreto de las deliberaciones de la Junta de Gobierno". Lo hicieron ante la atenta mirada de compañeros de profesión, representantes de diferentes colegios profesionales de Almería, jueces y magistrados, fiscales y del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, que asistió al evento como un colegiado y como invitado de honor por ser el regidor de la capital.

En esta legislatura únicamente hay un letrado que entra nuevo en la Junta de Gobierno, José Manuel Jiménez Cañadas, que sustituye en el cargo a Francisco Escobar Esteban, a quien se le hizo entrega de una metopa por su trayectoria y dedicación al Colegio de Abogados de Almería.

Antes de iniciar los juramentos, Pozo tuvo unas palabras de recuerdo para dos abogados que han fallecido en las últimas semanas, Ramón Muñoz Sánchez, que fue decano del Colegio y promotor de la sede actual, así como Antonio Delgado. También se acordó del magistrado de la Audiencia Provincial, Andrés Vélez, que falleció recientemente.

Juan Luis Aynat Bañón, que repite como diputado segundo en esta junta directiva, fue el encargado de dirigir unas palabras a los asistentes al acto. Durante su discurso quiso reflejar la visión que todos los abogados tienen de la profesión dentro del marco de incertidumbre que están creando los continuos cambios legislativos, normativos y del sistema que ha aprobado el Gobierno.

Aynat Bañón aseguró que el actual equipo de Gobierno va a estar muy atento y vigilante, y no va a permitir comportamientos malos de compañeros de profesión que no se adecuen al código deontológico de la abogacía, al tiempo que quiso dejar muy claro que el de Almería "es un colegio modesto pero muy enérgico".