Tomás Martínez (y II) "Chatillo de Almería"
Crónicas desde la ciudad
Honradez, seriedad y constancia fueron valores personales que Tomás Martínez Rodríguez (1911-1990) supo transmitir a sus alumnos de la primera Escuela Taurina inaugurada en Almería en mayo de 1961
EL alhameño Tomás Martínez se mantuvo fiel a la Segunda República, sufriendo en sus carnes los horrores del trienio bélico. Miserias físicas y morales prolongadas en una posguerra que, como daño colateral más añadido, le obligó al autodestierro a la vecina Granada. Tengo a la vista copia del sumario de Guerra nº 12.253 incoado por el Juzgado Militar de la Plaza nº 13. Reproduzco parte del contenido de este juicio sin garantías procesales, omitiendo injurias gratuitas y el nombre de sus acusadores.
SUMARIO DE GUERRA
(7 de julio de 1940. COMPARECENCIA):
"En Almería y en su Comisaría de Investigación y Vigilancia… comparecen los Agentes afectos a esta plantilla Sres…. y presentan en calidad de detenido al que dice ser y llamarse Tomás Martínez Rodríguez (a) El Cuatro Pelos, de veintinueve años de edad, soltero, torero, hijo de Nicolás y de Margarita, natural de Alhama de Almería, con domicilio en esta capital, Plaza Vieja (Parque Municipal), porque según manifiestan, dicho individuo, según antecedentes que obran en el archivo, en los primeros días del Movimiento se dedicó a prender fuego a las Iglesias; asimismo es marxista muy peligroso que ha desempeñado el cargo de Sargento de Asalto durante el periodo rojo; que los Sres. Agentes comparecientes, teniendo conocimiento de que existían estos cargos contra el mismo, han procedido esta tarde a su detención en la Plaza de Toros, no habiéndolo hecho antes pues en su tiempo fue buscado, pero no hallado".
Lógicamente, nuestro protagonista -en su afán por salvar el pellejo y la realidad de los hechos- niega todos los cargos en una extensa DECLARACIÓN e incluso en un determinado momento se declara militante de cierta formación derechista:
"Manifiesta que en el mes de noviembre del treinta y seis fue ascendido a Cabo, ignorando las causas por las que fue este ascenso, pero jamás fue Sargento; que nunca hizo propaganda de la causa marxista ni tomó parte en nada que se relacionara con su procedimiento; que al ser liberada la provincia de Murcia ingresó, después de prestar varios días servicios con las tropas nacionales, voluntariamente, en el campo de concentración de "La Isabela", donde permaneció varios días, pasando posteriormente a otros Campos de esta provincia donde estuvo unos seis meses, marchando seguidamente a Miranda del Ebro (Burgos) en donde estuvo ocho meses, siendo puesto en libertad el 5 de mayo del año corriente, dirigiéndose a esta Capital donde tenía su residencia.- Que no tiene nada más que decir".
El sumario -del que he respetado su engorrosa redacción- se amplía con nuevas diligencias (entre ellas la acusación de su pertenencia al PCE y a UGT y de que es persona de "mala vida") hasta que el 18/09/1940 le conceden la prisión atenuada -sin celebrarse aún el juicio-, siendo liberado de la cárcel El Ingenio al mes siguiente. En su favor declararon amigos ligados al sector taurino: Miguel Canet, Antonio Gutiérrez, Juan Lázaro, Miguel Alonso y Ulpiano Díaz. Definitivamente, el Consejo de Guerra dictó sentencia:
"Que debemos condenar y condenamos a Tomás Martínez Rodríguez como autor responsable de un delito de "Auxlio a la Rebelión" a la pena de DOCE AÑOS Y UN DIA de reclusión temporal, con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo que determine el Tribunal de Represión competente… Siéndole de abono para su cumplimiento la prisión preventiva sufrida; proponiendo la Conmutación de la pena impuesta por la de SEIS MESES Y UN DÍA de prisión correccional, con la accesoria de suspensión de todo cargo público durante el tiempo de la condena".
ALBAICÍN
Tras el paso por distintas cárceles e inhabilitación civil marchó a Granada, donde rehizo su vida y consumó un matrimonio feliz. Aquí conoció a Dolores Salinas Rodríguez, natural de Otura, con la que se casó en 1945 en El Albaicín. Los pasados cincuenta fueron años fructíferos, alternando los ruedos con la dirección comercial del taller de bordado heredado por su esposa en el barrio albaicinero. Floreciente negocio en el que numerosas operarias confeccionaban mantones de Manila y mantillas de encaje granadino. Esto le llevó a viajar con frecuencia a Almería, a la que nunca olvidó, y en la que abrió un reducido local en el "rinconcillo" de la plaza de Manuel Pérez García (próximo al Kiosco Amalia y a la pensión que habitaba en la calle Perea). Ahí podía vérsele, elegante, vendiendo artísticos bordados, objetos de cobre y artesanía andaluza. De su gusto por el bien vestir es el traje de luces confeccionado en Sevilla por el prestigioso sastre de toreros Manfredi, el mismo que le cosía a Manolete. De su matrimonio con Dª Lola, la inseparable, fiel y enamorada esposa, a los dos años nació Dolores y dos después el benjamín, Tomás.
Al margen de la familia, su principal logro y de lo que más satisfecho se mostraba era del nombramiento como profesor titular de la Escuela Taurina del Frente de Juventudes -dirigida administrativamente por Francisco Bernabéu "Pacorro"-; inaugurada en mayo de 1961 con un festival encabezado por Juanito Gimeno y en el que participaron sus más destacados y queridos alumnos. Tomás supo inculcar desde el primer momento a los chavales inscritos los valores éticos que él mismo encarnaba: honradez y educación, generosidad, aplicación en la Escuela pública … Magaña me comentaba que además del cariño que le profesaba siempre le agradecerá el enseñarle a ser torero en la plaza y fuera de ella.
En abril de 1988 la peña "Jueves Taurinos" -de la que era socio honorario- le brindó un merecido homenaje. El acto, celebrado en el restaurante Rincón de Juan Pedro, se clausuró con el pasodoble "Tomás Martínez "Chatillo de Almería", compuesto -letra y música- por sus amigos Pepe Nieto Lardón y el maestro Miguel Algarra. De embargar al homenajeado de emoción se encargó la voz de Manolo Llamas, prematuramente malogrado, y las notas pianísticas de su hija, Magdalena, hoy soprano de éxito en Nueva York. Por esas fechas a los agasajos se sumó la Escuela abierta por su antiguo alumno José Antª Martín con una fiesta campera en la placita de tientas La Noriega Alta (Pechina).
Tal y como tenía por costumbre en los últimos años, en el verano de 1990 bajó de Granada capital a la casa familiar de Almuñécar, en la playa de La Herradura. Una dolencia cardiaca aguda le sorprendió en la antesala de su venida a Almería para asesorar artísticamente desde el palco de la plaza de la Avda. de Vílches en el abono de la Feria de Agosto. El toro negro de la muerte le infirió su postrero e irremediable cornalón. En el recuerdo perduran las temporadas en que de su boca salía la palabra sabia y el consejo oportuno, a la que prestaban atención los distintos presidentes nombrados por el gobernador Civil. A partir de mayo de 1966 sucedió a Relampaguito y Pepe Canet (fallecido el mes anterior) y fue contemporáneo de Juan Luis de la Rosa. El 13 de julio de 1990 falleció al calor de su esposa, hijos y nietos. Atrás dejaba una intensa y generosa vida como torero y persona.
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