La pasada semana el Hospital Torrecárdenas de la capital almeriense aplicaba por primera vez el tratamiento con infusión continua de levodopa/carbidopa intraduodenal, Duodopa, a un paciente con párkinson. Tal y como ha detallado el responsable de la unidad de Trastornos del Movimiento de Torrecárdenas, Jesús Olivares, "constituye una opción de tratamiento para pacientes con enfermedad de Párkinson (EP) avanzada que no responden de forma satisfactoria al tratamiento convencional".

La experiencia en la aplicación de este tratamiento que se viene realizando desde hace cinco años en otros hospitales españoles, han reportado que Duodopa mejora las complicaciones motoras, síntomas no motores, calidad de vida y autonomía de los pacientes así como el grado de estrés y sobrecarga del cuidador. La enfermedad de párkinson es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente, de causa desconocida y de curso crónico y progresivo. Se manifiesta cuando unas células en el área del cerebro, denominada 'sustancia negra', dejan de funcionar y mueren. Estas células son las responsables de producir una sustancia llamada dopamina. La dopamina es un neurotransmisor, o mensajero químico, que transmite la información a las zonas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación.

En los pacientes con párkinson, las células productoras de dopamina comienzan a morir, lo que provoca la reducción del neurotransmisor en determinadas estructuras cerebrales. Los síntomas que causa la enfermedad van desde el temblor --aunque no todas las personas con EP desarrollan temblores--, rigidez, lentitud de movimientos, inestabilidad postural, movimientos involuntarios, depresión, dolor, fatiga… Es importante no obstante tener en cuenta que no todas las personas con la enfermedad desarrollan todos los síntomas. Se estima que en Almería hay 2.000 afectados de (EP) cifra que se prevé vaya en aumento como consecuencia del envejecimiento progresivo de la población. Uno de cada cinco afectados es menor de 50 años.

Otro dato a tener en cuenta es que un 10% de los pacientes de párkinson presentan la enfermedad en estado avanzado, teniendo serias dificultades para realizar sus actividades diarias y viéndose obligados a depender de un cuidador. La patología tiene un alto impacto en la calidad de vida de los afectados. Para la mejora de su calidad de vida, los afectados necesitan un tratamiento farmacológico y unas terapias rehabilitadoras específicas que se van adaptando a sus necesidades en función de la progresión de la enfermedad. Existen tratamientos que ayudan a reducir los síntomas motores y no motores. Desde la Federación Española de Párkinson se viene denunciando que el 85% de los afectados de párkinson avanzado no están recibiendo los tratamientos específicos. A medida que la enfermedad progresa, los fármacos convencionales pierden eficacia, haciéndose necesario el empleo de terapias avanzadas como la Duodopa.