Tragsa extrae de la playa de El Toyo más de 1.200 kilos de hierros anclados a rocas

Los operarios aseguran que ya es seguro bañarse en esta parte de costa de la capital El hierro ha sido llevado a un centro de reciclaje

Trabajadores de Tragsa descargan en la orilla de la playa una vez segados.
Trabajadores de Tragsa descargan en la orilla de la playa una vez segados.
María José Uroz

19 de agosto 2014 - 01:00

Lo que en un principio parecía que iba a ser un trabajo de dos días después resultó que eran palabras mayores. Los hierros con punta de lanza del fondo de la playa de El Toyo no eran ni cinco o seis como indicó el concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería, ni 30 como indicaban los bañistas que las descubrieron y dieron la voz de alerta a los socorristas. Son casi 200 los hierros que han extraído los buzos y trabajadores de la empresa a la que se encargaron los trabajos, Tragsa, y que han pesado más de 1.200 kilos.

Rafael Montes, uno de los trabajadores que ha estado al frente del proyecto desde el inicio, aseguró a Diario de Almería que el peligro era mucho, pero que desde ayer la playa de El Toyo es completamente segura. Ya no hay rastro de los temidos hierros que amenazaban con herir a los bañistas a pocos metros de la orilla de la playa. De hecho, como explicó, ayer mismo se cargó un camión con gran parte del material que se ha extraído y fue llevado a un centro de reciclaje, donde se fundirá y se aprovechará para fabricar más hierro.

Durante los días que han durado los trabajos, las inmersiones de los buzos y las idas y venidas del resto de los trabajadores han sido todo un espectáculo para los bañistas de la zona. Algunos incluso se pasaban las horas viendo lo que salía de debajo del agua. Fotografías, comentarios en las redes sociales e incluso portadas de periódico han acaparado ya estas lanzas, como las llaman los que las han visto bajo el mar.

Cabe recordar que la Dirección General de Sostenibilidad liberó una partida económica de 20.000 euros para realizar los trabajos, que se iniciaron a principios del mes de agosto. Fue gracias a la petición del jefe provincial de Costas, Miguel Ángel Castillo, que desde que supo de la incidencia, junto con el Subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca, y el concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento, Carlos Sánchez, apostaron por solucionar el problema lo antes posible. Incluso realizaron un estudio técnico y una inmersión para comprobar in situ el peligro del que habían alertado unos bañistas.

Al parecer, según señalan los técnicos, los hierros forman parte de un antiguo espigón o cargadero que estaba enterrado en el fondo del mar y que ahora ha sido destapado por las mareas. Los temporales y el movimiento de fondo han sacado a la luz los peligrosos travesaños con los que una mujer resultó herida leve en un pie cuando nadaba en la zona.

stats