Restauración
  • Su propietario, Lorenzo Gallina, vino a Almería a pasar la Navidad de 1990 y aquí se quedó

  • En el 2001 adquirió ‘Los Rosales’, popular bar de Ciudad Jardín, y montó la actual pizzería

La Trattoria sopla veinte velas sobre sus exquisitas pizzas

Lorenzo, a la derecha, con el personal de La Trattoria. Lorenzo, a la derecha, con el personal de La Trattoria.

Lorenzo, a la derecha, con el personal de La Trattoria. / Javier Alonso

Escrito por

José Luis Laynez Bretones

Aquella Navidad de 1990, Lorenzo vino a Almería a pasar esas entrañables fiestas con sus amigos italianos aquí residentes; y tanto le gustó nuestra ciudad que se le fijó un pensamiento: ‘tengo que volvea a quedarme a vivir’.

Una década después, ya en los albores del siglo XXI, nuestro protagonista regresó con todo su equipaje para quedarse definitivamente. Como sólo había dos o tres pizzerías aquí, se propuso abrir una. ¿Dónde? A él siempre le gustaba la cercanía de la playa, pues en ‘su’ Roma no hay mar. Y buscó por allí.

“Un bar emblemático en la Ciudad Jardín, ‘Los Rosales’, se traspasaba y, sin pensarlo, mucho me lo quedé. Abrí el 12 de abril de 2001 y lo llamé ‘La Trattoria’ que en italiano significa ‘pequeño restaurante’. Por entonces una caña o una copa de buen vino italiano costaban 100 pts. Una pizza salía por 400 así que por 500 pts. comías o cenabas”.

Los primeros años eran inevitables las anécdotas. “La gente llevaba muchos años viniendo aquí a ‘Los Rosales’ y me pedían un tapa de lomo o pescado. Yo les decía que esto ya era una pizzería y algunos se mosqueaban”.

En principio, los clientes eran vecinos del Zapillo y Ciudad Jardín “pero pronto vinieron de toda Almería. Hacía las pizzas con la receta más tradicional italiana y pronto conseguí una máquina con la que podía hacer pasta fresca artesanal lo que aumentó la calidad y el sabor de las pizzas y la pasta”. La pizza es el producto estrella de ‘La Trattoría’. “Pero también tenemos pasta de muy diversos tipos y excelentes carnes”.

El propietario italiano, ante su horno de leña, uno de los secretos de sus excelentes pizzas. El propietario italiano, ante su horno de leña, uno de los secretos de sus excelentes pizzas.

El propietario italiano, ante su horno de leña, uno de los secretos de sus excelentes pizzas. / Javier Alonso

El negocio marchaba casi mejor de lo esperado y Lorenzo se animó a ampliarlo. “Bueno, no es que ampliara el local: es que abrí otra pizzería en el mismo Paseo Marítimo a la que llamé ‘La Trattoría del Mar”. Era mi sueño desde que llegué a Almería, abrir un restaurante a la orilla del mar, ya que vivía en Roma y allí, evidentemente, el mar o la playa las conocemos por fotos. Curiosamente, yo pretendía quedarme con la del mar y traspasar la de la calle Lanjarón. Pero el negocio me funcionaba bien, me dio pena y me quedé con ambas”.

"En 2000, una cerveza o una copa de vino valían 100 pts y una pizza, 400; por 500, comías”

Eso le supondrá bastante personal. “Tengo unos 20 empleados aunque ahora alguno está en un ERE. Tuvimos que cerrar en el confinamiento pero la gente venía bastante a llevarse pizzas e incluso hice reparto domiciliario con un par de bicis eléctricas”. Y una novedad ya cercana: “Estoy haciendo gestiones para producir pasta seca, con la que haríamos otro tipo de pizzas también deliciosas. Espero tenerla aquí para el verano que es cuando más gente viene.”

Cocción de las pizzas. Cocción de las pizzas.

Cocción de las pizzas. / Javier Alonso

Hoy lunes cumple 20 años y queda pendiente la celebración. “Pues sí, ya que ahora no es posible hacerla. Somos la pizzería más antigua de Almería que permanece abierta tras 20 años de su apertura y eso merece una celebración que haremos cuando podamos y nos deje el covid”. Esperemos que sea pronto.

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