La UAL reúne a la sociedad almeriense para homenajear al primer rector

Alberto Fernández Gutiérrez es investido Doctor Honoris Causa como colofón al 25 Aniversario de la institución

Carmelo Rodríguez, actual rector de la UAL, junto con Alberto Fernández, primer rector del centro, ahora investido Doctor Honoris Causa.
Carmelo Rodríguez, actual rector de la UAL, junto con Alberto Fernández, primer rector del centro, ahora investido Doctor Honoris Causa. / Javier Alonso
María José Uroz

Almería, 26 de enero 2019 - 03:12

Ante un Paraninfo lleno de personalidades del ámbito de la política, autoridades, destacados miembros de la comunidad educativa y ciudadanos de la sociedad almeriense en general, el que fuera el primer rector-presidente de la Universidad de Almería, Alberto Fernández Gutiérrez, fue investido ayer como Doctor Honoris Causa. La Universidad de Almería reconocía así su trabajo, esfuerzo y dedicación en los primeros años de andadura de la institución académica para sentar las bases de lo que hoy en día es la UAL, así como su aportación al ámbito científico como investigador. El acto ceremonial se enmarca dentro de las actividades y eventos programados con motivo del 25 Aniversario, desde que el Parlamento de Andalucía declaró la creación de la institución.

El Claustro, en sesión ordinaria celebrada el pasado 16 de mayo de 2018 aprobó conceder, por unanimidad, el Grado de Doctor Honoris Causa al profesor Alberto Fernández, en reconocimiento por su ingente aportación al conocimiento de las Ciencias Químicas y por su papel fundamental en el nacimiento y consolidación de la Universidad de Almería como rector-presidente de su Comisión Gestora. Así lo recoge el acta que fue leída por el secretario general al inicio de la ceremonia.

Pasadas 12:45 horas comenzó el acto con el himno Veni, Creator Spiritus, interpretado por la Coral Universitaria tras el desfile de doctores. Fue el profesor Enrique de Amo Artero, decano de Ciencias Experimentales de la UAL en la actualidad, el elegido para ejercer de padrino y el encargado de exponer los méritos del doctorando.

Terminado el elogio, el padrino solicitó al Claustro la concesión del grado para Fernández Gutiérrez, lo que dio pie al juramento y entrega del correspondiente diploma de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería. El rector le impuso el birrete laureado, antiquísimo y venerado distintivo de tan grandes y tan ilustres y tan excelsos maestros en el Reino de España, así como el anillo que en la antigüedad se entregaba en esta venerada y solemne ceremonia como emblema de privilegio de firmar y sellar los dictámenes, consultas y censuras de la ciencia y profesión. También se le hizo entrega del libro de la ciencia que le obliga a enseñar, difundir y adelantar. Y finalmente, los guantes blancos, como símbolo de pureza y fortaleza que sus manos deben conservar, signo también de su alta categoría y alta dignidad. El acto concluyó con el abrazo del rector al nuevo Doctor Honoris Causa y el juramento del mismo.

Discurso de un histórico en la institución académica

Alberto Fernández pronunció un histórico discurso, consciente de lo que significó su gestión en los inicios de la Universidad de Almería y ensalzando los logros alcanzados, la riqueza y el desarrollo transmitido a la sociedad almeriense en este primer cuarto de siglo de la institución académica. Sin olvidarse de los retos que la UAL acerca de su función social. Comenzó con agradecimientos, por el “honor” que le hace el aceptarle en el Claustro de esta Universidad, no sólo por lazos profesionales y científicos, sino especialmente, afectivos. “Gracias al rector por haber defendido mi propuesta y haber sido sensible a la petición de la misma por miembros de mi equipo; y muchas gracias querido Enrique de Amo por tu padrinazgo, afectuosas palabras y tu gran trabajo al frente de nuestra querida Facultad”, indicó, para continuar poniendo de manifiesto que “pocas responsabilidades tan apasionantes puede tener ante sí un universitario como la de poner en marcha una Universidad, y diseñar y preparar las grandes líneas de su desarrollo”. En este punto también quiso acordarse de todas aquellas personas e instituciones que apoyaron y posibilitaron históricamente la consecución de la UAL.

“Pocas responsabilidades tan apasionantes puede tener ante sí un universitario como la de poner en marcha una Universidad, y diseñar y preparar las grandes líneas de su desarrollo”

El homenajeado repasó en la primera parte de su alocución sus pasos por su etapa como rector de la UAL desde el principio hasta el final, los retos a los que se enfrentó, las prioridades que se marcó y los logros. Así, se atrevió a augurar “un mejor futuro para este magnífico campus integrado, con buenos números en las diferentes áreas y buena posición en los rankings”, que le llevaron a felicitar públicamente al rector actual “por su buen hacer”, y a toda la comunidad universitaria almeriense.

La segunda parte de su discurso la dedicó a la investigación y explicó los resultados recientemente obtenidos junto a su grupo. Y tras comentar su actividad gestora e investigadora, se permitió la licencia de hacer consideraciones sobre la función social de la Universidad y la de sus profesores e investigadores.“Procuraré seguir estando siempre a lo que esta Universidad de mí demande”, sentenció su intervención.

"Bienvenido a tu casa"

El rector, Carmelo Rodríguez, señaló durante su intervención, que en la orla de honor de la UAL forman ya parte casi una veintena de doctores, “destacados nombres, de diferentes ramas del saber, a los que hoy se suma un extraordinario académico perteneciente al ámbito de la Química pero también a la insigne historia de la Universidad de Almería”. Así dio la bienvenida al recién doctorado, de quien señaló “que no es alguien que llegar por primera vez, sino que retorna con el tiempo a la que una vez fue su casa”. Rodríguez quiso mostrar su “satisfacción” como rector recibir en la institución académica almeriense a Alberto Fernández.

Un académico que destacó su labor investigadora, la cual ha desarrollado en el ámbito de su área de conocimiento, la Química Analítica, un área de la que “nos orgullecemos por contar en la UAL con excelentes investigadores y grupos de investigación de primer nivel”, indicó Carmelo Rodríguez, a la par que destacó el empleo de metodologías analíticas innovadoras durante toda su carrera, basadas en aproximaciones multi-analito que están siendo aplicadas en numerosos laboratorios de referencia, y muchas de sus investigaciones está siendo utilizadas por numerosas empresas y grupos de investigación del mundo científico. También su actividad desde el punto de vista de transferencia tecnológica es sobresaliente, tanto en el aspecto de producción, como lo evidencian sus 50 contratos de investigación con empresas e instituciones, sus seis patentes de invención, o el desarrollo de tres empresas de base tecnológica; como desde el punto de vista de la gestión, dirigiendo durante ocho años el Centro Tecnológico de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF).

Pero más allá de sus méritos científicos, el rector también quiso poner de manifiesto su “papel fundamental” en el nacimiento y consolidación de la Universidad de Almería. Alberto Fernández, una vez nombrado rector-presidente en el año 1993 cuando el Parlamento Andaluz aprobó la creación de la UAL, “tenía ante sí un grandísimo reto y una enorme responsabilidad, pero también la oportunidad histórica de poner en marcha una universidad. Una tarda ingente, ardua y compleja, no carente de trabas y dificultades. Había mucho que hacer, nada menos que crear todos los organigramas organizativos necesarios para una gestión autónoma desligada de la Universidad de Granada. La dedicación absoluta y la ilusión de Alberto Fernández, y como él mismo ha dicho, la colaboración e implicación de su equipo, en el entusiasmo y la generosidad de la mayoría de la comunidad universitaria, permitieron lo que parecía imposible de conseguir, al menos en un tiempo récord. Comenzar era importante, pero no menos, situar a la UAL en el mapa universitario y panorama científico autonómico, nacional e internacional”. El rector, indicó así que “en la actualidad es incuestionable que la gestación, el crecimiento y la consolidación de la UAL ha repercutido muy positivamente en la sociedad almeriense”.

Carmelo Rodríguez quiso finalizar su intervención con un semblante más personal e incluso sentimental, recordando cómo y cuándo conoció al recién nombrado Doctor Honoris Causa.

Al finalizar el acto, la Coral Universitaria interpretó el tradicional Gaudeamus Igitur mientras la comitiva académica abandonó el Paraninfo, ante una sala en pie en la que se encontraban principalmente familiares y amigos del homenajeado que aseguraban sentirse muy orgullosos de lo que significa esta distinción para Fernández Gutiérrez, precisamente en un año histórico por el 25 Aniversario.

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