UGT pide soluciones para acabar con la plaga de gatos de la prisión El Acebuche

Aseguran que los felinos se comen la comida e interrumpen el sueño de los reclusos

Prisión provincial El Acebuche, en Almería.
M. J. Uroz / Almería

05 de mayo 2011 - 01:00

La plaga de gatos que rondan y hacen vida dentro y en los alrededores de la prisión provincial El Acebuche tiene a los funcionarios y a los propios internos de los nervios. Y nunca mejor dicho porque su presencia en las instalaciones les hace difícil el sueño, el comer e incluso el mantener unas condiciones de limpieza óptimas.

Y es que, como explicó a Diario de Almería uno de los representantes sindicales de la prisión, Alfredo, "hay que andar con cuatro ojos para que los felinos no se coman la comida de los que cumplen condena en la cárcel de Almería. Los gatos impiden el sueño a los reclusos con los ruidos desgarradores que producen al maullar, esparcen la basura, excrementos y alimentos, al tiempo que atraen otras plagas de insectos como las cucarachas". Estos son sólo algunos de los innumerables problemas que desde el sindicato UGT han alertado "a la desesperada".

Se trata de gatos callejeros que "pueden suponer un riesgo sanitario" por las enfermedades que pueden contagiar, por las pulgas y piojos que pueden transmitir, sobre todo ahora que ya empieza el calor, "y no se puede hacer nada, porque la protectora de animales no quiere a los gatos callejeros y no se los lleva", según explicaron desde UGT.

Sin embargo, desde la organización creen que una solución sería limitar la población felina y encontrarles un nuevo lugar para vivir. Por otro lado, otra opción, que UGT señala como "rentable a largo plazo" es capturarlos, esterilizarlos y volver a soltarlos; y a los que están enfermos sacrificarlos. Un proceso que costaría unos 100 euros por gato y supondría una partida de 8.000 euros para acabar con el problema. Desde UGT consideran la cantidad ridícula para la Administración y piden que lo hagan.

La sección sindical de FSP UGT Almería asegura que la plaga de gatos en la cárcel asciende a unos 80 gatos, una gran parte de ellos hembras que cada vez que crían tienen camadas de entre 7 y 9 cachorros. Alfredo asegura que en cuestión de meses la situación será tan complicada que la comunidad de felinos habrá alcanzado los 100 ejemplares, "porque ahora están en celo y van a empezar a criar".

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