Almería

VERA. Trovero, cantaor, guitarrista y buhonero

Pedro el Morato

Pedro el Morato / Colección Fernández Bolea (Almería)

¿Niño, verdad que el cantaor del que hablas era calé? La anciana esperaba una repuesta afirmativa mientras que la familia Chibanca y la Mayordomía de San Antón nos obsequiaban en la concurrida calle Almería (Cuatro Esquinas), mayoritariamente habitada por mineros y gitanos. Ocurrió una tibia noche de enero de 2018, a expensas del Ayuntamiento y de la Comisión del V Centenario del Terremoto, tras descubrir un mosaico de Pedro el Morato, fotografía propiedad de Enrique Fernández Bolea, cronista de Cuevas del Almanzora.

Cantaor, trovero, buhonero en tierras de Sierra Almagrera… Quién fue en realidad Pedro el Morato. Las teorías, contradictorias, no despejaban las incógnitas sobre el legendario lugareño pese a las investigaciones realizadas. Teorías que, entre otras, apuntan que fue asesinado por unos arrieros -hacia 1915-, según Luis Díaz, biógrafo del trovero José Castillo, frente a una caseta de consumos cartageneros. Miguel Caparrós, archivero municipal de Vera, logró aportar datos fehacientes y reconstruir su árbol genealógico; certificando que Pedro María Alonso Morata era su nombre y apellidos, y no el de Segura. Se trata efectivamente de nuestro hombre, cuya lejana memoria perduró por tradición oral. Desde ahora, filiación, cuna y legado coplero irán unidos documentalmente:

Pedro el Morato Pedro el Morato

Pedro el Morato / Colección Fernández Bolea (Almería)

Soy del reino de Almería,

donde nacen los tempranos,

y al amanecer el día,

me encuentro a Pedro el Morato

vendiendo verdulería

Los aires taranteros grabados por Antonio Chacón, Pepe el de la Matrona, Tío Enrique Maldonado, Pepe Marchena, Manolo de la Ribera, Enrique Morente o Pepe Sorroche, ya indicaban profesión y procedencia; Vera y no Antas, aunque en la época que le tocó vivir dicho enclave urbano pertenecía al veratense. En cuanto a la excelencia interpretativa, de nuevo el trovo da fe:

Y vide a la Emperatriz,

la otra noche en el teatro;

y ella me vino a decir

que pa cantar bien,

Perico el Morato

Pedro era trovero y cantaor, y aunque existan lagunas sobre su biografía, está claro que debió ser un fenomenal: nadie perdura durante centurias en la memoria colectiva sin serlo, adelantábamos durante el homenaje. El Morato fue por tanto gran impulsor de los cantes por tarantas; “una de las cuatro figuras míticas y pionera del flamenco almeriense, junto al Ciego de la Playa y Pepe el Marmolista. Los trovos y cantes del Morato trascendieron porque los grandes creadores del pasado los incluyeron en su repertorio, señalaba Lola de Quero, presidenta de la peña flamenca con sede en el capitalino barrio del Quemadero y ostenta el nombre del ilustre veratense.

Me llaman Pedro El Morato y soy natural de Vera, con mi guitarrica en la mano, señores que venga tela, ¡venga tela de verano! Esta letra figura en el azulejo descubierto, junto la fotografía del cantaor, montado en mula, trabuco al brazo y distintos datos biográficos. Siendo un bebé, el 31 de octubre de 1841 fue depositado ante la casa-puerta de la antedicha calle Almería, propiedad de Antonio Alonso y de Ana María Morata. El matrimonio, de quien se desconoce si era payo o gitano, lo recogió, adoptó y dio su nombre: Pedro María Alonso Morata. De la madre adoptiva tomó el apodo y el posterior sobrenombre artístico.

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