Vecinos de Hijate denuncian que los molinos de Serón no les dejan dormir
Afirman que al estar a 500 metros deben soportar una fuente constante de ruido
Emilio Salas Rodríguez es el presidente de la asociación de vecinos San Antonio de Hijate, una barriada de Alcóntar, que se encuentra limítrofe con el término municipal de Serón, donde se han instalado más de un centenar de aerogeneradores. El colectivo vecinal al que representa, ha decidido denunciar, según asegura, a la Junta de Andalucía "por permitir y aprobar este proyecto a escasos 500 metros del núcleo urbano de Hijate, con lo que esto supone para nuestra calidad de vida".
Según denuncian y se refleja en los escritos remitidos tanto a la empresa responsable de la explotación Gamesa Corporación Tecnológica S.A, a la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa, y a Medio Ambiente, "la situación que están provocando los aerogeneradores instalados en el término municipal de Serón, pero a escasos 500 metros de nuestro núcleo de población, es insoportable, ya que es una constante fuente de ruido". Las consecuencias perniciosas de ese ruido, se hacen aún más insoportables, insisten, "en estas fechas con las altas temperaturas, cuando estamos obligados a ventilar con mayor asiduidad las viviendas y mantener abiertas las ventanas". Añade, además, que junto a los escritos remitidos, la asociación de vecinos adjunta diferentes partes médicos en los que "numerosos vecinos presentan cuadros clínicos preocupantes" explica el presidente de la asociación.
Según estos vecinos, el insomnio, la irritabilidad, el malestar general, o el cansancio crónico, están siendo las consecuencias de los grandes molinos que se han instalado justo encima de Hijate.
La contaminación acústica y las luces parpadeantes que estos gigantes mantienen encendidas, para avisar sobre su presencia a cualquier aparato que decida ocupar su espacio aéreo, son sus principales quejas, "parece que vivimos en una feria gigante con un ruido constante las veinticuatro horas del día" insiste Emilio Salas, que adelanta que están dispuestos a llegar hasta el final, "para conseguir que estos aparatos desaparezcan de nuestro entorno, porque sin duda están afectando a la calidad de vida de las más de 450 personas que vivimos en Hijate, además, de que, para nuestro pueblo, no suponga ningún beneficio", añade.
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