Vecinos de Huércal se movilizan por la mordedura de una rata a una niña

Los familiares y residentes en el entorno de la calle Federico García Lorca presentarán una reclamación hoy en el Ayuntamiento para que se tomen medidas urgentes · Los solares son un peligroso foco de infección

La familia de la menor conserva la rata para realizarle los análisis epidemiológicos.
La familia de la menor conserva la rata para realizarle los análisis epidemiológicos.
Iván Gómez

25 de octubre 2010 - 01:00

Gonzalo Vázquez se encontraba el sábado por la noche en casa, junto a su mujer, en el comedor. Sus hijos, de tres y cinco años, ya dormían, cuando, de repente, un grito, procedente del dormitorio, quebró su tranquilidad. La madre subió de inmediato y encontró a su niña llorando, quejándose de una herida que por la que brotaba sangre en su dedo. Le aplicaron los cuidados médicos habituales en estas situaciones, un poco de mercromina y una tirita. La niña se volvió a acostar. Diez minutos después, sobre las once y media de la noche, un nuevo chillido y la carrera hacia su habitación de unos padres preocupados. En la otra mano, sangraba otro dedo y teñía de rojo el pijama de la niña y las sábanas blancas.

En ese momento, Gonzalo llegó a comprender que algo había mordido a su hija y después de una inspección ocular vio como una rata corría hacia las escaleras tratando de huir a toda velocidad. "¿Cómo nos puede estar pasando esto a nosotros?", se preguntó el padre, tras darle vueltas y vueltas a la cabeza. Viven en una zona tranquilo, con chalés y duplex de clase media, nada parecido a los barrios marginales en los que es más probable desgraciadamente que se produzcan problemas de este tipo por la insalubridad y la falta de higiene de los espacios públicos y particulares. Un amigo de la familia llevó a la menor a un pediatra para que fuera asistida de manera urgente, mientras los padres trataban de arrinconar al animal. El doctor, que confesó ser el primer caso de mordisco de una rata que atendía, le diagnosticó estar fuera de peligro, pero eso sí, con las medidas cautelares para la observación de la evolución de la paciente, además de la vacuna antirrábica. Un mordisco de una rata puede producir patologías como la fiebre Haverhill (dolores de cabeza y muscular, escalofríos, seguidos de un período de unos tres días en que se presenta una erupción difusa, principalmente en las extremidades), Sudoku (se observa una erupción cutánea particular) y la rabia (infección viral aguada del sistema nervioso central transmitida por lo general en la saliva). De hecho, se le pidió a la familia de la paciente que no se deshiciera de la rata para ser enviada a un laboratorio en el que se le harían pruebas y así lo han hecho. Después de perseguirla por varias habitaciones pudo ser acorralada en el sótano donde ha caído finalmente en una trampa con comida. De hecho, una vez retirada del cepo, la han tenido que introducir en una bolsa con hielo para que se conserve hasta que le hagan los análisis. Ha sido una petición del epidemiólogo que ha atendido a la menor.

Los familiares y vecinos de la zona, en la que se está ubicado el supermercado El Árbol, tienen claro que el único motivo de la presencia de ratas son los solares que hay frente a las viviendas, un foco de infección porque desde hace meses se acumulan insectos, animales, vegetación y basura. Es más, una vez puesta la situación en conocimiento de los agentes de la Policía Local de Huércal de Almería, la única vía de solución que consiguieron es reclamar al Ayuntamiento que tome medidas urgentes y así lo harán hoy con la presentación de un escrito ante el concejal correspondiente. Lo que es una evidencia es el malestar que ha causado entre los vecinos.

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