Los Vélez Más de 40.000 kilos de carroña para los buitres del muladar

La Junta de Andalucía creó hace catorce años una red de comederos para garantizar el alimento a estas aves y evitar su desaparición en el norte de la provincia

Paraje de La Muela en la sierra de la comarca de Los Vélez, donde habita una importante comunidad de buitres.
Paraje de La Muela en la sierra de la comarca de Los Vélez, donde habita una importante comunidad de buitres. / D. A.
María José Uroz

03 de septiembre 2017 - 02:32

Si ya es impactante ver a pocos metros a un buitre con las dimensiones de casi tres metros de envergadura con las alas abiertas, más aún lo es cuando a varios pasos de uno más de medio centenar de estos animales batallan por hacerse con un pedazo de carroña. La experiencia visual es difícil de olvidar y así lo aseguran aquellos que han tenido la suerte de poder disfrutar de un espectáculo de la naturaleza semejante. Algo a lo que no estamos acostumbrados y que en la comarca de Los Vélez cada vez es más habitual. Aunque no es fácil vivirlo, hay que tener paciencia y pasar prácticamente inadvertido porque ante cualquier movimiento que los animales perciban pueden volver a levantar el vuelo. Y también hay que confiar en la suerte. Pueden pasar horas e incluso que nunca lleguen hasta el muladar donde les espera la comida, porque todo depende del hambre que tengan estas grandes aves.

A muchos les puede parecer desagradable, pero como suele decirse, para gustos están los colores y, aunque no se comercializa como una experiencia más la visita a estos recónditos lugares, no tardará en llegar el día en que se haga, porque existe cada vez una mayor demanda para ver a estas aves alimentarse de carroña.

400Ejemplares. Han llegado a verse en las sierras durante los periodos de migración según la Junta

En la provincia de Almería, aunque poco conocidos hay tres muladares en la comarca de Los Vélez creados por la Junta de Andalucía en el año 2003 como una medida para evitar la desaparición de esta especie. Hoy, gracias a esta iniciativa, Los Vélez es el único sitio que mantiene en la provincia poblaciones reproductoras de buitre leonado, concretamente en María, Chirivel, Vélez-Blanco y Vélez-Rubio, donde se reparten al año más de 40.000 kilos de comida para garantizar su supervivencia. Se extiende por una superficie de unas 75.200 hectáreas, de las que 22.611 están protegidas bajo la figura de Parque Natural.

La actual normativa que regula el tratamiento de cadáveres de reses domésticas considera estos restos "subproductos animales no destinados al consumo humano", es decir residuos que están obligados a ser retirados a plantas en las que reciben un adecuado tratamiento. Esta medida sanitaria, necesaria para evitar la propagación de zoonosis y otras enfermedades, conlleva la práctica desaparición del ganado muerto en el campo y con ello también de la principal fuente de alimento de las aves necrófogas. Para mitigar los efectos de esta norma, la Junta de Andalucía creó la Red Andaluza de Comederos de Aves Carroñeras hace catorce años asegurando así una mínima disponibilidad de reses muertas para estas singulares aves. Su finalidad era complementar el alimento que encuentran en el monte, sobre todo procedente de grandes herbívoros silvestres como jabalí o cabra montés.

El norte de la provincia de Almería ha sido históricamente un lugar de asentamiento del buitre leonado del que se conocen referencias de al menos tres buitreras en los escarpados roquedales de las sierras de María, Mahimón y la Muela. Antaño, su presencia estuvo ligada principalmente al animal de labranza, mulas y burros, que drásticamente mermó con el inicio de la mecanización del campo en la década de los sesenta del pasado siglo. Esto propició también el rápido declive del buitre que dejó de nidificar en la comarca aunque continuo siendo visitante ocasional de los extensos llanos de Topares y Cañadas de Cañepla, procedente esta vez de las más lejanas buitreras de Sierras de Marmolance y Castril (Granada).

Para propiciar su reintroducción, la Junta de Andalucía en colaboración con la Asociación Naturalista Mahimón, construyó en 1997 un comedero en la ladera sur del cerro de los Pardos, en la finca "Cuestablanca", de propiedad privada que se sitúa en el paraje de Montalviche del municipio de Vélez Blanco. La iniciativa tuvo un éxito rotundo y en el año 2001 eran ya 15 las parejas reproductoras.

El seguimiento de la colonia que se realiza de forma exhaustiva cada cuatro o cinco años ha permitido conocer el incremento que iba experimentado la colonia así como la ocupación de nuevas zonas dentro de la comarca, pasando a estar constituida en la actualidad por unas 30 parejas de buitres adultos a los que se suman unos 50 ejemplares jóvenes no reproductores. A estos buitres presentes a lo largo del año en la zona se suman otros en los periodos de migración, de forma que se han llegado a ver en el muladar más de 400 ejemplares.

El comedero-muladar se encuentra aislado del resto del monte por una malla metálica de dos metros de altura anclada al suelo para impedir el acceso a su interior de los carnívoros terrestres. En su interior son depositados los restos, principalmente de ganado porcino, procedentes de explotaciones ligadas a la OCA de Vélez-Rubio. La cantidad de restos cárnicos aportados al muladar al año supera los 40.000 kilos, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Gracias a esta iniciativa de la administración, y sobre todo al interés de los ganaderos de la zona, la Buitrera de La Muela ha vuelto a ser una realidad que propicia que, año tras año, nuevos ejemplares de buitre leonado surquen los cielos de la Comarca de Los Vélez, pero también otras especies como el buitre negro o alimoche y ocasionalmente otras especies como el milano o la propia águila real y águila imperial.

También se alimentan de vísceras de las reses tiradas en cacerías

La comunidad de buitres que habita en la comarca de Los Vélez, además de alimentarse de los aportes de carroña de animales como el cerdo, también son alimentadas con las vísceras y sobras de los animales abatidos en jornadas de cacerías. De hecho, ya se han tramitado los primeros permisos para poder hacer uso de estos restos en el inicio de la temporada de monterías que empieza el próximo mes de octubre en la Sierra de Los Filabres. La actividad cinegética en Almería tiene una gran relevancia desde el punto de vista económico y social, y se encuentra muy ligada al medio rural. Asimismo el incremento de la demanda de la carne de caza en los últimos años ha supuesto el auge de este sector, y que a su vez beneficia a los muladares.

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