Verbena solidaria en La Salle

Ayer por la tarde no había clase pero el patio del colegio de La Salle estaba repleto de niños. Los más pequeños iban acompañados de sus padres. Colores, trajes brillantes y tutús se convirtieron en la tónica de la verbena. Fue un acto emotivo y festivo. El presidente de Iniciativa Empresarial Benéfica Almeriense, IEBAL, Ramón García, hizo entrega a la ONG del centro PROIDE, de un cheque por valor de 3.337 euros para que subvencione sus actividades benéficas, entre ellas el proyecto ERITREA.

A partir de las 19:30 horas, el ir y venir de los alumnos era incesante. "Nosotros esperamos que acuda un número importante de personas, porque este año del centenario es además el del fin de campaña de IEBAL", señaló García. Para conseguir fondos ya hay programadas y realizadas exposiciones de diferentes artistas que han intentado plasmar los problemas actuales del desarrollo, y coincidiendo con las fechas del pasado Carnaval también se desarrolló una actividad. Como planes más inmediatos, el rodaje de un largometraje de bajo presupuesto que será adquirido, una vez finalizado, por los Estudios Picasso.

En esta ocasión, los protagonistas eran todos los que se quisieron acercar a la celebración de esta verbena solidaria. Todos los miembros de La Salle, entre alumnos, miembros de la asociación de padres, docentes y directivos del centro participaron en un evento que también quiso reconocer a las entidades colaboradoras su trabajo a la hora de promocionar los actos del centenario. De las 10 placas que se entregaron, una de ellas fue para Diario de Almería.

"La verdad es que podemos sentirnos satisfechos de cómo ha salido todo", manifestó García entre el bullicio infantil. Cierto. Los niños tuvieron su momento de esparcimiento también en uno de los patios, donde quedó instalado un circuito de actividades coordinado por monitores especializados. Entre las estaciones más demandadas estaba la del toro mecánico y el castillo hinchable. Debido al calor que ayer por la tarde hizo en la capital, los juegos que se encontraban en el centro del patio estaban poco concurridos. Poco después la marea infantil también tomaba estas zonas.

La verbena consiguió su propósito. Los presentes celebraron el centenario, los niños jugaron y bailaron y La Salle volvió a mostrarse una vez más, solidaria con los más desfavorecido.