Almería

Vías al Campo de Dalías

  • Califal rescata la propuesta del cercanías hacia el Poniente justificando en el potencial flujo y población su viabilidad y sugiere el itinerario del Cañarete

En plena efervescencia ciudadana por la eliminación progresiva de equipamientos ferroviarios en la provincia, del tardío despertar de la sociedad almeriense ante una lenta agonía del tren derivada de los recortes y la inactividad de las administraciones públicas, se ha vuelto a poner sobre la mesa de debate, a un mes de los comicios generales, la necesidad más que justificada de una conexión entre la capital y el Poniente. Desde la plataforma Contra el Abandono de las Líneas Ferroviarias, cuyas siglas configuran el nombre de guerra CALIFAL, han presentado un informe, que harán llegar a las instituciones en el que abordan con datos y sobrados argumentos la importancia de recuperar un cercanías que en su día, hace ya una década, propuso la Asociación de Amigos del Ferrocarril (Asafal), en un estudio en colaboración con la Cámara de Comercio, y que la Junta de Andalucía llegó a incluir en sus planes de infraestructuras. La idea inicial fue la de un tranvía, si bien hoy parece más razonable la línea de ferrocarril intermedia metro-cercanías para mejorar la movilidad interna del Campo de Dalías conectando la comarca con la red ferroviaria nacional a través de la capital y favoreciendo a su vez la intermodalidad al enlazar con autobuses y aeropuerto.

Las grandes expectativas que se crearon para un eje vertebrador de una comarca que cuenta con más de 250.000 habitantes se han ido diluyendo como el azucarillo en el café, después de presentarse un estudio informativo en junio de 2010 que lo aparcaba en favor de nuevas líneas de autobuses con plataforma reservada, una opción más barata pero también mucho menos eficiente y competitiva. En otras provincias sí se pusieron en marcha proyectos similares con inversiones millonarias, como el tren-tranvía de la Bahía de Cádiz (Chiclana-San Fernando-Cádiz), un modelo que se concibió como único en España al poder transitar por vías de Renfe y ser compatible con la red tranviaria y diferentes alturas de andenes y estaciones. El tren-tranvía gaditano estará en funcionamiento antes de acabar el año con dulces pronósticos, mientras que otros intentos como el de Torre del Mar-Vélez Málaga han dejado un sabor muy amargo. El eje malagueño es un montón de chatarra sin uso a día de hoy, al no poder asumir los consistorios la gestión del servicio. Los proyectos en Almería, el entonces tran-tren hacia el Campo de Dalías y el eje de cercanías del Bajo Andarax, se metieron en el mismo cajón que la conexión del ferrocarril con el Puerto y el soterramiento de vías a su paso por la capital. El Ejido y Roquetas son en la actualidad dos de las únicas grandes ciudades del país sin servicio ferrocarril como alternativa al tráfico de vehículos y mercancías agrícolas a través de la Autovía del Mediterráneo, la Nacional 340 y otras carreteras comarcales. Los más de 250.000 vecinos que pueden beneficiarse del nuevo sistema ferroviario, ya sea con un tran-tren como opción más barata y versátil o mediante un cercanías, además del impulso exportador para la agroindustria, son algunos de los argumentarios expuestos en el informe del grupo técnico de CALIFAL.

El vertiginoso crecimiento del último tercio del siglo pasado ha alzado al Poniente, con alrededor de mil kilómetros cuadrados, en la décima comarca de Andalucía en habitantes, además de ser la despensa de Europa con más de tres millones de toneladas al año de frutas y hortalizas. A juicio de la plataforma en defensa de la red ferroviaria de la provincia, ahora que se están abordando mejoras y retos a corto y largo plazo de este sistema de transporte sostenible, es el momento de reivindicar la importancia de implementar una conexión con el Campo de Dalías. En poco más de 30 kilómetros se encuentran ciudades con un flujo de pasajeros suficiente, desde El Ejido hacia la capital pasando por Vícar, Roquetas y Aguadulce.

Desde CALIFAL entienden que el autobús se encuentra limitado con respecto a su competidor por capacidad de transporte, cuando la demanda rebasa el umbral de los mil viajeros por hora y sentido, y dejan abierta la posibilidad del metro-cercanías o tranvía. Eso sí, como solución puente lanzan la idea de reutilizar la carretera del Cañarete como plataforma para salvar las inversiones millonarias y las dificultades orográficas que implica la construcción del eje de 50 kilómetros en el Poniente.

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