Crónicas desde la ciudad

Víctor Monge en concierto

ANTE tanto camelo, experimentos sin sentido y figuritas sobredimensionadas, cada vez me apetece más quedar en casa escuchando grabaciones añejas en vinilo, cintas o CD. Flamenco sujeto a los cánones que me conquistaron. Han visto acaso "meter" por rumbas la Novena de Beethoven?, fusionar Vivaldi y Mozart con Los Manolos y El Príncipe Gitano?, versionar a Falla por sardanas-soul? Pues eso. No será, digo yo, que tanto divo de mercadotecnia ni sabe ni puede? Ahora no es el caso. Invitado por el aficionado y especialista, Marco Escánez, de la Fundación Cajamar, el viernes asistí al magnífico recital brindado por Víctor Monge "Serranito", guitarrista clásico entre los clásicos. Casi coincidente con el 1º aniversario de la declaración del Flamenco " Patrimonio de la Humanidad", motivo de doble satisfacción: en calidad de adicto y porque (uno también debe adornarse llegado el caso) fui designado para elaborar el informe histórico-social de la provincia de Almería que la Unesco exigía.

En evitación de que futuros investigadores de temas locales se encuentren con el páramo informativo que nosotros heredamos del desaparecido diario Yugo y de su inmediato sucesor, dejamos constancia del repertorio desgranado con flamencura, pulcritud y velocidad de ejecución por Serranito en el "Maestro Padilla". Una de las galas paralelas del XII Certamen Internacional de Guitarra Clásica "Julián Arcas" que desde 1999 organiza la entidad de ahorro almeriense. En varios de los temas estuvo excelentemente arropado de segundas guitarras, percusión y violoncello: Víctor Monge (hijo), Paquito Villar, Julián Vaquero y Camy Rosa:

-Taranta "Cazorla". Dedicada al nacimiento del Guadalquivir (desconozco si le aplaudieron los defensores de su origen en la velezana Cañada de Cañepla)

-Tangos de Graná

-Soleá "Paseando por Triana". Con citas emocionadas a Julián Arcas Lacal y a la responsabilidad adquirida al participar en tan prestigioso Certamen.

-En Llora la Farruca quiso recordar -que ya es recordar- la que interpretó en Almería hace cuatro décadas y media. Época en la que José Richoly -a quien conoció en la Plaza Vieja- era aplaudido con otra de su cosecha

-Granaínas en honor de García Lorca

-Alegrías, "Como un sueño"

-Romance para un poeta. Dedicado nuevamente a García Lorca, al compás de bulería por soleá

-Para Dani. Pieza guitarrística no flamenca, en homenaje al hijo de un amigo fallecido muy joven

-Agua, fuego, tierra y aire. Bulerías (coral); extensa e intensa

-Fin de fiesta con todo el grupo. Por rumbas y continuos cambios tonales: muy rítmica y sincopada, improvisando cada uno de los músicos.

Naturalmente, a su conclusión el público, que no cubría por completo el aforo -no se quejan algunos de escasa oferta cultural de calidad?, le brindó una ovación de varios minutos, al tiempo que se sorprendía del "musitar sonoro-labial" con el que acompañaba cada pieza, como marcando la melodía (característico en Niño Ricardo y en el malogrado Pedro Bacán).

Semblanza y Opiniones

Aunque en su web personal se extiendan en datos biográficos y artísticos no sobran aquí lo más significativos. Víctor Monge Serrano nació en Madrid el 16 de julio de 1942, en el seno de una familia humilde y sin antecedentes musicales. Su sobrenombre artístico lo tomó del grupo Los Serranos en el que militó uno de sus hermanos. Sus conocimientos instrumentales, e incluso compositivos, se evidenciaron al debutar con solo doce años y dos más tarde tocando esporádicamente en la Taberna Gitana y en El Corral de la Morería. Muy joven se integró en Chavalillos de España y en la compañía de Juanito Valderrama y Marifé de Triana; acompañando asimismo a cantaores del calibre de Mairena, Farina, Lebrijano, Gabriel Moreno, Menese y tantos otros. Fue solicitado por teatros del mundo entero en los que ejerció de embajador de España: Nueva York ("hay pasajes en los que recuerda a Bach"), Israel, Damasco, Grecia, Turquía, Suiza, Australia, Alemania, Sudamérica, etc, etc.

Entre sus galardones cabe destacar el concedido (1971) por la Cátedra de Flamencología de Jerez; el "Ramón Montoya" en el VI Concurso Internacional de Córdoba; Bienal de Sevilla o el Castillete del Toque en el Festival de las Minas en La Unión. Sus grabaciones, igualmente numerosas y con distintos sellos discográficos, sirven hoy de método y estudio a la nueva hornada de tocaores. Lógicamente todos los tratadistas y críticos se han detenido en su persona. He seleccionado a tres de ellos:

-Manuel Ríos: "Serranito es el guitarrista más singular del panorama tocaor actual (cuando en 1988 co-redactó el Diccionario Ilustrado), tanto por su difícil y genuina técnica, como por la solemnidad sonora de sus arpegios y falsetas. Es un barroco del toque flamenco, sin dejar por ello de ser sutil y tierno".

-Ortíz Nuevo: "Nota a destacar es su prodigiosa mano izquierda. También en este punto es preciso señalar su importancia grande, pues casi siempre nos perdemos en las admiraciones de la mano derecha, sin detenernos a pensar que es la izquierda la mano fundamental, la que ordena en profundidad el concierto, la que consigue colores y matices guitarrísticos (…) Su izquierda, siendo sumamente ágil, imaginativa, rápida y limpia, es sobre todo fuente de melancólicos y mágicos sonidos, esos que se consiguen con el deslizamiento de la mano sobre el mástil y en el pisado de sus cuerdas".

-Álvarez Caballero: "Para mí tiene además la gran virtud de eludir cualquier veleidad de experimentación. Víctor Monge se mantiene, pues, fiel a lo esencial de la música flamenca"

Debut y Despedida

Serranito no ha regresado tras 45 de su última actuación en la ciudad sino a los 43. Tampoco es cierto que su participación diera antigüedad al Festival de Almería (inició su andadura el año anterior). Se presentó el 9 de agosto de 1967, en el marco de Festivales de España, encuadrado en el ballet de Lucero Tena. Después de "Concierto de Castañuelas" (aquí interpretó Serenata, de J. Males) y una segunda parte, "Danza y Orquesta" (con la Sinfónica de Málaga dirigida por José Mª Franco y el almeriense Antonio Cuadra de primer violín), cobró protagonismo en una tercera específicamente flamenca. Acompañando al cantaor Gabriel Moreno, coadyuvó al éxito de la mejicano-española por seguiriyas y alegrías, además de "Un solo de guitarra a cargo de Víctor Monge". Regresaban a España de una gira por distintas ciudades de Rusia.

Repitió el 16 de agosto del siguiente año para protagonizar, junto a Manuel Cano y Paco de Lucía, el 1º Festival de la Guitarra Flamenca y en el que sustituyó a Sabicas, al sufrir el castellonense un accidente de automóvil en Estados Unidos, donde residía. Aunque mínimo, enumeraron el repertorio de Manuel Cano, sin embargo del resto de la terna, ¡hay que joderse con el gacetillero!, solo se dignaron escribir una frase: "Y siguen a éste otros dos colosos de la guitarra: Víctor Monge "Serranito" y el fenomenal Paco de Lucía, que cosecharon las ovaciones y palmas del público asistente".

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