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Una Villa ligada históricamente al Marquesado de Los Vélez

  • La economía de Cantoria ha estado vinculada históricamente al sector del mármol Dos edificios emblemáticos son el Palacio del Almanzora y la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen

Este domingo les invitamos a conocer la Villa de Cantoria, un pueblo ubicado en el bajo Almanzora, a apenas 140 kilómetros de la capital y con algo más de 4.000 habitantes. Un pueblo cargado de historia y muestra de ello es su gran patrimonio arquitectónico. Casas encaladas y vecinos hospitalarios que a buen seguro les recibirán con los brazos abiertos.

Su economía ha estado vinculada históricamente a la industria del mármol. Conocida también por estar íntimamente ligada al Marquesado de Los Vélez, cuando en 1515 don Pedro Fajardo la adquirió junto a Partaloa por dos millones y medio de maravedíes. Otro capítulo importante de su historia fue la sublevación morisca (1569-1571) ya que según los historiadores, Cantoria fue uno de los escenarios clave de la contienda que enfrentó a dos nombres propios, Jerónimo el Maleh y Don Juan de Austria, que eligió Cantoria para instalar su campamento de campaña. El asentamiento actual de la Villa se realizó entre los años 1570 y 1573, aunque hubo que esperar hasta el 30 de noviembre de 1833 para que Cantoria se constituyera como municipio almeriense.

Con numerosas pedanías como Almanzora, Arroyo Aceituno, Arroyo Albanchez, La Hojilla, La Hoya, Marchal, La Rambla de Torrobra, Los Terreros, Las Casicas, El Púlpito, Gachasmigas, El Badil, Oraibique, Piedra Amarilla, La Hoya, El Faz o La Hojilla, por su término municipal podrán descubrir la infinidad de civilizaciones, pueblos y culturas que por ella han pasado a lo largo de su historia. Muestra de ello es el Castillo y Piedra del Lugar Viejo, enclavada frente al emplazamiento del casco urbano cruzando el río Almanzora, donde se encuentra esta antigua fortaleza musulmana. De sus restos podemos obtener una fiel idea de la notoriedad de este antiguo asentamiento árabe; a los pies de la fortaleza podemos encontrar los restos del arrabal o antigua población de Cantoria, al Oeste se encuentran los restos de la torre vigía o denominado Cerro Castillo, y dentro del recinto de la fortaleza aún podemos acceder al interior de sus dos aljibes o apreciar sus restos amurallados.

Pero si hay dos edificios que debe conocer en su recorrido por la Villa es la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, una joya arquitectónica del siglo XIX levantada sobre el emplazamiento de una antigua iglesia renacentista, de estilo neoclásico y en cuyo interior alberga un gran patrimonio artístico con pinturas procedentes del Museo del Prado, el retablo de bronce dedicado a la Virgen del Carmen o un órgano de principios del siglo XX, que fue costeado por la Marquesa de Almanzora. Y el Palacio de Almanzora, declarado Monumento Histórico Artístico ubicado en la barriada que lleva este nombre, el edificio residencial más representativo del neoclásico en la provincia. Un palacete que ha sido residencia de distintos marquesados a lo largo de los siglos como los de Benavente, los Vélez o el de la Romana. Un proyecto del arquitecto Ventura Rodríguez para el X Marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, hoy lamentablemente en avanzado estado de deterioro y a la espera de su puesta en valor.

Cantoria presume también de contar con el teatro más antiguo del Almanzora, el Teatro Saavedra data de 1926; durante años fue el cine del municipio y actualmente es el lugar donde los cantorianos celebran gran parte de sus actividades culturales, siendo la pasión por la música, una de las más destacadas.

Para conocer Almanzora desde el núcleo urbano, deberá atravesar el puente de hierro, construido en los años veinte sobre el río Almanzora. Un punto estratégico desde donde podrá disfrutar además de una vista espectacular de la vega del Almanzora. Y si de buenas vistas hablamos, desde la Ermita de San Cayetano y San Antón, también podrá disfrutar de la mejor panorámica del municipio. Un pequeño templo de estilo barroco del siglo XVIII donde descansan los patronos del pueblo, San Antón y San Cayetano.

Las fiestas patronales se celebran cada 16 de enero. 'Hasta San Antón Pascuas son', los cantorianos celebran su onomástica con el fuego y la pólvora, con la fiesta de Las Carretillas. Una especie de canutos de cartón rellenos de pólvora que prenden durante toda la noche. La procesión del carretillero, la carne asada en las hogueras…. días en los que los cantorianos y cantorianos viven su fiesta grande. El Carnaval el último sábado de febrero, su Semana Santa, cuando las calles del municipio se visten de azul, negro y morado al pase de las tres cofradías; la Cofradía de la Virgen de los Dolores, del Padre Jesús y la Cofradía del Santo Entierro. Las fiestas en honor a la Virgen del Carmen o San Cayetano en agosto, cuando este pequeño pueblo del Almanzora disfruta de sus fiestas de verano con verbena y actividades en la calle.

Y si hablamos de buen comer. Pida que le preparen un miras, es sin duda el plato estrella en el recetario cantoriano, más allá de los días de lluvia, este es el plato más típico de la localidad con caldo de pescado, pimientos y tomates secos fritos, tajás, morcilla frita, pimientos, tomates, rábanos y una larga lista de tropezones que acompañarán a este plato delicioso. Buen provecho.

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