Villancicos especiales y llenos de luz en Pechina

Los niños de 'Sabor a Navidad' y el coro Al Marayya dedicaron a los asistentes lo mejor de su repertorio

1. 'Sabor a Navidad', las voces inocentes de los niños para encandilar a los asistentes. 2. Un Belén hecho únicamente con objetos reciclados. 3. Los miembros del grupo Al Marayya interpretaron algunos villancicos.
1. 'Sabor a Navidad', las voces inocentes de los niños para encandilar a los asistentes. 2. Un Belén hecho únicamente con objetos reciclados. 3. Los miembros del grupo Al Marayya interpretaron algunos villancicos.
Cecilio Vázquez / Pechina

06 de enero 2012 - 01:00

Un excelente recital, a cargo de los coro Sabor a Navidad y Al Maryya cerró el programa de actividades culturales de la Navidad de 2011, y sirvió de "presentación en sociedad" del coro infantil Sabor a Navidad. La actividad estuvo organizada por la Asociación Cultural Urcitana y tuvo como sede la Iglesia Parroquial de San Indalecio.

Abrió el programa Sabor a Navidad compuesto por 16 niños y niñas de edades comprendidas entre 3 y 7 años y dirigido por María del Mar Castila. El grupo, creado recientemente (a mediados de Noviembre) se presentaba en Pechina pero, como diría Alejandro Sanz viene pisando fuertecomo lo prueba el segundo premio conseguido en el Encuentro de Villancicos de Albox.

Ofreció tres temas muy aplaudidos por el numeroso público que se dio cita en la iglesia: Una flauta va sonando, Ding dong, Jesús ya nació y Alegría alegría.

Cerró el coro Al Maryya, creado en enero de 2010 y compuesto por veinte mujeres y dirigido por Mª del Mar Castilla. Su programa estuvo compuesto por cinco temas, también muy aplaudidos: el pasodoble Alacena de las monjas, Campanilleros, Blanca Navidad a ritmo de tanguillos, unas sevillanas y Tan ran tan tan.

Tras el recital la Asociación Cultura Urcitana, organizadora de la actividad, invitó a los participantes a un aperitivo. Al final, todos terminaron contentos ante la perspectiva de pasar unas fiestas entrañables, como así ha acontecido. Los vecinos también respaldaron la idea que llenó de música el calendario.

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