Almería

La Virgen de la Cabeza deslumbra

  • La comarca de los Filabres rindió tributo ayer en el cerro Montahur a través de una romería a una imagen que cada vez cuenta con más peregrinos · A lo largo de todo el año se celebran actividades en el Santuario

El pasado día 6 de septiembre de 2012 y después de 76 años, a las doce en punto, se colocaron de nuevo las campanas en el cerro de Montahur. El pasado jueves quedará así marcado en la historia del Santuario de la Virgen de la Cabeza en el cerro de Montahur. En la obra de recuperación del Santuario que existía en el siglo XVI se afanan actualmente los 14 pueblos y el cura Paco. A fecha de hoy el campanario está construido hasta la mitad de su altura. Su emplazamiento es el original y con materiales del terreno, piedra de pizarra de Monteagud y mortero de cemento. Provisionalmente se ha hecho una espadaña provisional que posteriormente quedará embutida en la obra.

La ermita de la Virgen de la Cabeza en el cerro Montahur tiene su origen en una Mesta, gremio o asociación profesional de origen medieval que agrupaba a los ganaderos dedicados a la trashumancia, en este caso una comunidad de pastores formada por los catorce pueblos que rodean el Santuario. A finales del siglo XVI, aquellos pastores, aquellos ganaderos, formalizaron la asociación y construyeron la ermita a la Virgen de la Cabeza que es la Patrona de los pastores. Cada año, el último domingo de abril, celebraban una feria de ganado en la cumbre del cerro, en los alrededores de la ermita, a la vez que se reunían las juntas generales de la Mesta a la sombra de la encina de la Virgen de la Cabeza, una encina milenaria que se hallaba justo delante de la puerta de la ermita y que subsistió hasta el mes de noviembre de año 1887 cuando al caerle un rayo, una tempestad de viento y nieve la arrancó. Tras caer el árbol, los pastores lo midieron y sin las ramas más finas medía 20 metros de altura y el tronco dos centímetros y medio de diámetro.

Ingenieros de montes le han confirmado al cura Paco que "con la envergadura del árbol y el lugar en el que estaba, sin apenas tierra, cuando cayó tenía entre 2.000 y 2.500 años". Cada pueblo acudía al Santuario con sus autoridades eclesiásticas y del Consejo, con el estandarte del pueblo, la ropa tradicional de la localidad y una escuadra de arcabuceros con la función de mantener el orden en el recinto del Santuario, al tiempo que durante la procesión disparaban salvas con los arcabuces.

Tras la misa de diez, la procesión recorre perimetralmente el Santuario y cada uno de los 14 pueblos se distribuyen el recorrido en tramos iguales y equidistantes, con el orden de la incorporación de cada pueblo a la Mesta, a la comunidad de los pastores: Benizalón, Sorbas, Lubrín, Albanchez, Cóbdar, Lijar, Chercos, Alcudia de Monteagud, Benitorafe, Benitagla, Tahal, Senés, Lucainena de las Torres y Uleila del Campo. La romería siempre se celebra el segundo fin de semana de septiembre, es decir, el domingo siguiente al día 8. Según los datos de años anteriores, cuarenta mil peregrinos acuden a la romería a lo largo de los tres días: viernes, sábado y ayer domingo.

Entre los romeros hay personas que cumplen promesas y las cumplen a modo, bien hacen el recorrido o parte de él descalzos, bien de rodillas, o cómo curiosamente este año un vecino de Charches, pegadito a Guadix, salió al camino el pasado jueves con un cordero vivo a la espalda hasta llegar al Santuario. El pasado viernes ya había peregrinos que recorrieron la distancia a pie desde Roquetas de Mar, o de Mazarrón. Una devoción mariana inigualable. A Monteagud se peregrina por devoción a la Virgen de la Cabeza o no se sube. Los pies descalzos se vuelven insensibles al dolor tras más de cinco kilómetros de caminata bajo el sol, sobre piedra, gravilla y arena. Las piernas pesan un poco más a medida que la ascensión se encarama alrededor del cerro. Las escaleras de acceso al santuario son el último obstáculo para verse ante Ella.

Francisco Martínez Botella, párroco de Sorbas en la actualidad, explicaba que "a lo largo del año se van a celebrar actividades que van a mantener vivo el Santuario y recuperar lo que fue siempre, no sólo un foco de fe y espiritualidad, sino el eje que vertebra los catorce pueblos que lo rodean y la provincia de Almería entera". Entre otras labores, a partir del mes de noviembre se van a limpiar las encinas que rodean el Santuario, se va a llevar ganado vacuno de labor ya casi extinguido. Al decir del cura Paco "hay menos vacas de labor de la raza autóctona de Almería que linces ibéricos. Esta es la raza bovina más antigua de Europa, ya en el neolítico las vacas llegaron desde el Atlas de Argelia. Las funciones del ganado vacuno que vamos a traer serán, entre otras, pastar para que el campo esté limpio y al ser vacas domadas servirán tanto para labrar, como tirar del carro donde se lleva a la Virgen a Benizalón el último domingo de abril".

Desde diversas y distantes direcciones centenares, miles de peregrinos caminan en solitario a solas con su fe o en grupos de animada charla. Una parada, un saludo, un interés por la familia y de nuevo paso a paso por la trocha camino de la cima.

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