La Virgen de la Merced recibirá la faja del general Aguado Llorente

Ha sido donada por su viuda Isabel Pelegrín y será entregada por su nieto, el teniente Aguado

Ntra. Sra. de la Merced.
Ntra. Sra. de la Merced.
J. M. Quesada / Almería

23 de marzo 2012 - 01:00

La capilla del Sagrario de la S.A.I. Catedral de la Encarnación, en la que reciben culto público las imágenes titulares de la cofradía del Prendimiento, acogerá mañana a las 20.30 horas el acto de imposición de la faja del general de Brigada de Infantería Gumersindo Aguado Llorente a Nuestra Señora de la Merced, que ha sido donada a la hermandad por su viuda Isabel Pelegrín Solá.

Con este motivo se desplazará hasta Almería una representación familiar encabezada por el teniente Francisco de Borja Aguado Jiménez, nieto del general, que estará acompañado por Ana y Marta Aguado, hijas del general, que harán entrega de la faja o fajín a la Virgen. El acto también contará con la asistencia del general Ramón Pardo de Santayana, extraordinariamente querido en Almería tras los años que aquí pasó como jefe del Grupo de Artillería de Campaña II de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII', Grupo que ostenta el título de Hermano de Honor de la cofradía, de la que el general Pardo de Santayana fue pregonero y ahora entusiasta impulsor de la entrega de esta faja.

El hermano mayor del Prendimiento, José Antonio Miras, ha expresado la satisfacción de todos los cofrades y el honor que representa para la hermandad la concesión de la faja del general Aguado "que identifica los altos honores ganados a lo largo de su intachable trayectoria al servicio de España, de la sociedad y de los valores que subyacen en el estamento militar, y que con auténtica sencillez adornará el bendito talle de Ntra. Sra. de la Merced".

El general Gumersindo Aguado nació en Madrid en 1924 y falleció el 6 de abril de 1996, coincidiendo su irreparable pérdida con el incendio de la Catedral de Almería en el que se perdieron las imágenes y pasos del Medinaceli y la Merced. Especialista en carros de combate, pasó largas estancias en Alemania cooperando con la modernización del armamento del Ejército de Tierra. Como coronel mandó el Regimiento Melilla 52 en Málaga, "en una de las etapas más felices de su vida", antes de regresar a Madrid al mando de la BRIDOT -1, con sede en el Regimiento Inmemorial del rey, ya como general de Brigada.

Su familia ha destacado "el legado de amor a España que nos dejó y las fuertes convicciones católicas que nos inculcó, así como la rectitud y altura de miras con las que siempre actuó".

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