Voces almerienses de los sesenta: Juan Morata
La historia de la música almeriense no puede dejar de lado a este genio que comenzó unido a la banda Teddy Boys
Juan Morata García y Teddy Boys, bien podría decirse que es lo mismo. Junto a Juan Miguel González, hoy un extraordinario y afamado luthier, formaron este grupo después de la peculiar aventura del cantante con Juan Miguel con quien empezó a cantar por primera vez acompañado de una guitarra. Unos años antes ya lo había hecho debutando en uno de aquellos festivales organizados por Radio Juventud de Almería, el legendario Balalin que se celebraba en el teatro Apolo y presentaba la gran locutora Emilia Martin junto a Pototo. El debut de Morata en la música, fue precisamente en ese primer festival, casi con pantalones cortos a los 14 años. Su buena memoria le permite recordar que cantó el inolvidable Volare del italiano Domenico Modugno. Le dieron como premio un arco y una flecha.
Juan Morata nació el 6 de marzo de 1946 en el corazón de la Almedina. Estudió hasta cuarto de bachiller en el Instituto Mixto de la capital, pero las circunstancias mandaban y se puso a trabajar en Almacenes Segura de la calle de Las Tiendas. Fueron solo un par de años, después se fue como administrativo a la empresa de Juan Núñez, pera ya la magia de la música lo había apresado.
Antes de entrar en Teddy Boys, tuvo que someterse al tradicional examen para que el Sindicato del Espectáculo, en Almería a cargo de José Alonso, le permitiera ejercer como cantante. Morata y otro grupo de aspirantes se desplazaron a la capital de la Costa del Sol. El Teatro Ara, muy cercano a la plaza de toros de La Malagueta fue el escenario de este singular ritual. Ese año le tocó también examinarse al grupo granadino de Los Ángeles.
Morata interpretó el éxito de Bobby Solo, Se piangi se ridi un tema lleno romántico lleno de cadencia que el maestro pianista de la orquesta examinadora no supo darle el ritmo adecuado. Morata, suspendió y todos los demás también. Tuvo que ser un año más tarde, ya con Los Teddy Boys cuando el grupo superó el angosto tramite para poder actuar en regla con la normativa vigente. Esto ocurrió en 1966. Antes Juan Morata acudía las tardes del domingo a la casa taller de Miguel González, cariñosamente conocido como El Cojo debido a un problema de movilidad.
Allí con su hijo Juan Miguel a la guitarra cantaba hasta quedarse afónico. Con su amigo, que por entonces tenía una guitarra eléctrica Phonic que encandiló a Morata y junto a Manolo Barreras se unió a un ensayo de grupo. Antes habían despedido a otro chaval de Barcelona, porque no llevaba demasiado bien lo de afinar. En esos meses, se produce el encuentro con Paco Carreño. Se hacen llamar Los Catinos, pero claro este nombre ya lo tenia registrado un grupo catalán con varios discos en el mercado. Morata recuerda el fichaje del desaparecido José del Olmo, Killo uno de los mejores baterías que ha dado Almería, sin atrasar a otros compañeros de magnifico nivel. A Killo lo descubrieron tocando en la desaparecida Terraza Norte, junto a otros dos chavales y lo incorporaron, caja roja y platillos incluidos, a lo que serían Los Kustong embrión de Teddy Boys.
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