Vuelven a aplazar el juicio por la muerte de un menor en el Poniente hace 11 años

El juicio por la muerte de un menor de seis años en el hospital de Poniente, en El Ejido, horas después de haber sido intervenido quirúrgicamente de vegetaciones, hace once años, volvió a aplazarse ayer tras la incomparecencia en la vista oral de tres médicos anestesistas que había propuesto la acusación que ejerce el letrado Juan Marfil.

Será el próximo mes de enero cuando, si no hay más contratiempos, cuando se celebre el juicio en el que la acusación solicita una pena de dos años de prisión para una pediatra, identificada con las iniciales P. I.M., que atendió al menor en el postoperatorio, así como tres años de inhabilitación profesional al considerar que "existió una presunta negligencia médica".

Según explicó a Diario de Almería el abogado de la familia que ejerce la acusación, Juan Marfil, "el juicio por este caso se ha retrasado tanto en el tiempo, hasta once años, porque al cadáver se le practicó una autopsia médica y otra judicial, en la que los forenses emitieron un informe en el que aseguraban que no sabían cuál había sido la causa de la muerte, por lo que finalmente tuvo que intervenir la Real Academia de Medicina". Además, como explicó Marfil, "por el caso han pasado ya hasta cuatro jueces y la causa ha sido archivada en dos ocasiones".

El letrado de la defensa, Paco Torres, indicó a Diario de Almería que está "completamente seguro de que la acusación está equivocada, y prueba de ello es que el fiscal no acusa y los informes de los médicos forenses han ido en contra de la tesis que defiende la acusación particular".

Así, Torres asegura que "en el juicio demostraré que la acusación no tiene razón y que mi defendida es absolutamente inocente, por lo que pido la libre absolución". La defensa insiste en que se trata de una causa muy compleja.

Los hechos se remontan al día 3 de febrero de 1998 cuando el menor de seis años, identificado como Salvador Sánchez, falleció poco después de haber salido, aparentemente en buen estado, del quirófano donde le practicaron una operación de vegetaciones, en el hospital de Poniente, del municipio de El Ejido.

Poco después de salir de la operación, el pequeño comenzó a vomitar hasta en once ocasiones, lo que le llevó a tener, según los informes médicos, una escasez de sodio que le provocó un edema cerebral, según indicó el abogado Juan Marfil.

Después de once años, será el próximo mes de enero cuando los letrados se enfrenten en un juicio oral, en el juzgado de lo Penal número 3, para defender sus tesis y tratar de aclarar un caso que saltó a todos los medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisiones.

La familia del fallecido presentó en su día una querella criminal contra el hospital de Poniente a fin de esclarecer quién había sido el responsable de la muerte de su hijo. Así, acusaron al personal del centro sanitario de una imprudencia temeraria con resultado de muerte.