De William Holden a Jon Nieve
Considerada como una serie de culto, Juego de Tronos supone el regreso de Almería a la cima del cine, una historia que comenzó en los 50 con la llegada de actores de Hollywood
Si algo han aprendido la legión de fans de Juego de Tronos es que nada es imposible, incluso que gran parte de una temporada, la próxima (IV), se ruede en Almería. Apenas cinco años le han bastado para convertirse en una serie de culto y ganar adeptos, que se cuentan por millones, en todo el mundo. Su éxito tan solo puede ser equiparable al de otras sagas, en este caso cinematográficas, como El Señor de los Anillos o la propia Guerra de las Galaxias. Un fenómeno de masas que tan solo en Estados Unidos reúne a 20 millones de personas, por capítulo, en torno a la televisión y el resto de plataformas. Los datos no pueden extrapolarse a audiencias mundiales, pero según medios de análisis televisivos podría incluso multiplicarse por cuatro.
Y Almería va a estar ahí, donde todo son ventajas. Juego de Tronos no es una serie al uso, sus seguidores no son comunes. Ellos conocen a la perfección todo lo que rodea la serie y, por supuesto, también donde se rueda. Por ello, la provincia, de forma áurea, entrará de forma activa en una serie que será vista una y otra vez por millones de personas. Y eso vende.
Además, la sexta temporada ha abierto numerosos interrogantes y es clave en el desarrollo de la historia. En la quinta murió Jon Nieve, uno de sus personajes estrella, pero se especula sobre su regreso, ¿será La Alcazaba el lugar donde haga un ave fénix? Su personaje es interpretado por un actor desconocido hasta que la producción entró a formar parte de su carrera, Kit Harington, al que le ha cambiado la vida. Harington es el último de una larga lista de grandes actores internacionales que han pisado el plató de paisaje natural de la provincia. Afamado es Christian Bale, último Batman y protagonista de Exodus, la última gran obra hollywoodense rodada en Almería. Pero hay que remontarse mucho atrás en el tiempo para encontrar actores de la talla. En 1989 llegaban Steven Spielberg, Harrison Ford y Sean Connery con 'Indiana Jones y la última cruzada', que también utilizó zonas próximas a la Alcazaba para su rodaje, como la calle Almanzor, así como otros espacios como la playa de Mónsul o el desierto de Tabernas. El mismo año, y en la misma playa, 'Terry Gilliam, exmiembro de los Monty Python, y reciente premiado en el Almería en Corto, rodaba Las aventuras del barón de Munchausen'.
Mónsul, otra vez, (1984) fue protagonista de una de las películas que entraron más fuerza en el imaginario colectivo infantil, 'La historia Interminable', donde la magia del ingenio de Atreyu creó un mundo puramente ficticio. Dos años antes, Arnold Schwarzenegger dejaba para la historia la película 'Conan El Bárbaro' en unas localizaciones ahora destruidas, una muestra más del poco esfuerzo de las administraciones por conservar el basto legado cinematográfico en la provincia, que se basa en cuatro carteles y una reciente casa del cine, pero de lo palpable, lo de antes, nada.
En los 70, el western agonizaba en la provincia, pero seguía dando títulos reconocidos. Le llamaban Trinidad, con Terence Hill y Bud Spencer, es una de las películas más emitidas en la televisión española.
Pero la década de oro del cine almeriense es la de los 60. Henry Fonda, Claudia Cardinale, Lee Van Cleef, David Lean, Peter O'Toole, Anthony Quinn, Eli Wallach, Brigitte Bardot, Charles Bronson, Clint Eastwood, Omar Sharif y hasta el propio Orson Welles, para rodar la Isla del Desierto, participaron en el más de centenar de películas grabadas en la tierra, un gran porcentaje de ellas de género western; grandes clásicos como 'Hasta que llegó su hora' o 'El bueno, el feo y el malo', pero también se rodaron escenas de películas de género que marcaron una época y el inicio de la ciencia ficción tal y como se como hoy en día como es '2001: Una odisea en el espacio', del considerado para muchos mejor director del siglo XX, Stanley Kubrick -que representa a la luna a través del desierto de Tabernas-. El Último Mohicano (versión inicial) también eligió Tabernas, Gérgal o Cabo de Gata para rodar sus escenas.
Pero fue el oscarizado y mito William Holden, en 1952, con la película Fort Bravo, la primera estrella de Hollywood en rodar en Almería.
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