Yllana y Ara Malikian rompen con la rigidez de la música clásica

Conseguir que una concejal del Ayuntamiento de Almería toque un cencerro a ritmo del sonido del violín solamente es posible con la compañía Yllana y el virtuosismo musical de Ara Malikian. Después de la entrega de premios, el público pudo reír a carcajadas con la obra Pagagnini y los asistentes dieron un sí rotundo a la representantes con el auditorio en pie y un efusivo aplauso.

El público entró poco a poco en el ritmo que impregnaban los músicos y a la vez actores de Pagagnini. Cuando entraron de pleno en la representación, no había gesto o momento que no suscitara una carcajada entre los asistentes.

Los músicos se rieron completamente de la rigidez existente en el mundo de la música clásica. La obra llegó en momentos a rozar lo absurdo lo que provocaba en el público una carcajada más desternillante.

Uno de los momentos más cargados de humor fue cuando sacaron al escenario a dos personas del público, concretamente, a Emilio Osorio, gerente de Diario de Almería, y Ana Labella, concejal de Desarrollo Económico e Innovación del Ayuntamiento de Almería.

La concejal acompañó al sonido del violín con un cencerro y el gerente con un muñeco de goma que emitía un corto sonido. Tocar una pieza clásica al compás de estos instrumentos hacían sonreír pero a la vez sorprender al público. Pero Labella no se convirtió en una músico improvisada, consiguió enamorar a uno de los artistas y tuvo una buena ración de dedicatorias de amor en francés.

Tocar el violín como auténticos saltimbanquis, revolcados por el suelo o coreografiados al ritmo del que llamaban maestro con cierto miedo (un pánico pero con el humor como protagonista) son algunos de los momentos que provocaron los artistas durante todo el espectáculo.

Pero no tocaron únicamente piezas de música clásica, porque querían hacer ver que a este tipo de artistas también disfruta tocando música más actual. Los cuatro músicos interpretaron hasta un tema country y uno de ellos demostró su arte con las castañuelas. El público en pie y un fuerte aplauso dieron la matrícula de honor a Pagagnini.