La peña 'El Yunque', un templo flamenco que atesora muchas noches de duende

La asociación flamenca, con sede en la calle Angustias de Pechina, cuenta más de 50 años de historia · Su escenario ha sido testigo del cante de leyendas como Terremoto de Jerez, 'El Gallina' o Chano Lobato

Miembros de 'Los Tempranos', junto con directivos de 'El Yunque' y la cantaora Sonia Miranda en la peña pechinera.
Miembros de 'Los Tempranos', junto con directivos de 'El Yunque' y la cantaora Sonia Miranda en la peña pechinera.
Antonio Alcántara / Pechina

28 de junio 2010 - 01:00

Un lugar mágico y lleno de duende. Cada rincón de la peña flamenca 'El Yunque' atesora un cante de los genios que han desfilado por esta sede pechinera como Terremoto de Jerez, Rafael Romero 'El Gallina' o Chano Lobato. Ubicada en una vía cuyo nombre podría ser el comienzo de una seguiriya, la calle de las Angustias. Este templo flamenco cuenta con muchas noches de gloria en sus más de cincuenta años de historia.

La sede dispone de un patio dispuesto en torno a una pequeña barra y la sala con el escenario donde los artistas se sienten arropados por el público. La peña tiene también otra sala en la que no sobra un centímetro de pared por el gran número de fotografías que dejan constancia del paso de numerosos artistas por la peña.

Nicolás Zapata, el presidente de 'El Yunque', lleva quince años ejerciendo el cargo en la peña pechinera que surgió por la pasión de un grupo de aficionados al flamenco. "Una noche fuimos a un homenaje que hubo por una riada de Adra que se llevó el festival y desde aquel día decidimos hacer la peña cuatro o cinco aficionados y así han pasado cincuenta años ya", asegura Zapata.

El presidente de la asociación flamenca de Pechina tiene en su retina grabada una noche inolvidable del cante viejo del gitano Rafael Romero 'El Gallina' y el cante joven del payo, el cordobés Joaquín Garrido. Pero Zapata tiene dos espinitas clavadas, dos cantaores que ostentan la Llave de Oro del Cante que no llegaron a actuar en la peña. "Por aquí ha pasado toda la gloria del flamenco, excepto Antonio Mairena y Camarón de Isla que hemos tenido la desgracia de no tenerlos en la peña", reconoce.

'El Yunque' organiza todos los meses una actuación con la aportación anual que realizan sus socios, que han ido disminuyendo con los años. "El flamenco vale mucho dinero y las peñas cada vez tenemos menos socios. Con el tema de coger el coche la gente viene menos a las peñas fuera de la capital. Antes teníamos doscientos socios y ahora habrá unos cien y que paguen la mitad", comenta Zapata, con guasa.

El presidente recuerda los inicios del flamenco en la provincia, "aquella época en la que sólo estaba nuestra peña y la de El Taranto y todos los monstruos del cante pasaban por las dos peñas".

Los tiempos han cambiado y la provincia cuenta con muchas más peñas flamencas repartidas por todo la geografía almeriense. Zapata reclama más ayuda de las administraciones para que las peñas tengan mucha más actividad y sean un epicentro de la cultura flamenca.

Nicolás recuerda con ternura la época en la que uno de los socios, Pepe, vendía lotería todas las semanas para sacar dinero y con esta aportación ofrecer muchos más recitales a todos los aficionados al flamenco.

Además, los miembros de 'El Yunque' eran los organizadores de uno de los eventos culturales más significativos de la provincia, el festival 'Caldo Minero' que se organizaba en el balneario de Sierra Alhamilla de forma bianual. "Tenemos la desgracia de que llevamos dos años sin poder hacerlo porque antes se realizaba con muy poca aportación de las administraciones y los empresarios nos ayudaban.Así hemos estado veinte años sin ayudas, excepto las dos últimas ediciones en las que colaboró Diputación", espeta Zapata.

El presidente de la peña pechinera asevera que "el Caldo Minero era el evento cultural más importante del Bajo Andarax, fue el segundo festival después del de Almería y se hacía en un marco incomparable, pero sin dinero es imposible que se pueda llevar a cabo".

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