Zoido negocia con Griñán el Pacto por Andalucía ante las dudas de IU

El líder del PP sale "optimista" de la reunión con el presidente de la Junta, de quien solicita menos excesos verbales Los socios del Gobierno mantienen su escepticismo

El presidente José Antonio Griñán y el líder del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, se sientan antes de comenzar ayer su reunión.
Juan M. Marqués Perales Sevilla

15 de enero 2013 - 01:00

Tal como ocurriera con la negociación del último Estatuto de Andalucía, el PP no quiere descolgarse, al menos en un primer momento, del pacto que el presidente José Antonio Griñán quiere forjar con partidos políticos y agrupaciones sociales y ciudadanas. A pesar de que las declaraciones cruzadas entre PP, IU y PSOE parecían indicar que los populares no entrarían a negociar el llamado Pacto por Andalucía, su líder, Juan Ignacio Zoido, visitó ayer la sede de la Presidencia, estuvo más de una hora con Griñán y salió optimista. "Moderadamente optimista", matizó Zoido, que a diferencia de su antecesor, Javier Arenas, no tuvo reparos en ofrecer la rueda de prensa en el mismo Palacio de San Telmo. Arenas siempre prefirió cruzar la calle, ir a la sede de la calle San Fernando y, en muchas ocasiones, ni siquiera fotografiarse con el presidente. Zoido, sí; salió contento y optimista porque Griñán le dijo que el Pacto por Andalucía "no es un pacto contra nadie": estos es, que no es un ariete contra el Gobierno de Mariano Rajoy.

"Estamos en un momento en que los políticos debemos dar ejemplo a los ciudadanos, y el PP así lo cree. Estamos ante una gran oportunidad y podemos hacer una renuncia de determinados puntos partidistas y abordar una salida de la crisis con todos y para todos". Esta frase resume la valoración que Juan Ignacio Zoido realizó de este primer encuentro. Tan bien marchó todo que hasta acordaron una metodología de trabajo. A partir de ahora, habrá una mesa que reúna a cuatro partidos, con dos miembros por cada uno de ellos, con la novedad de que entrará una fuerza extraparlamentaria -el PA-, debido a que gobierna en varios ayuntamientos y a su propia "historia", dijo Zoido. No le ocurrirá lo mismo a UPyD, el partido de Rosa Díez, que en el mejor de los casos deberá trasladar sus propuestas a los participantes. Además de esta mesa, cada consejero hablará y pactará con los sectores de su ramo, y el PP ha quedado en enviarle a Griñán los nombres de expertos y colectivos perjudicados por la crisis que deben ser recibidos y consultados.

Todo, por tanto, bastante bien, aunque Zoido solicitó al presidente "sensatez" en las declaraciones, y es que, con anterioridad, muchos habían dado por descartado que el PP se autoexcluiría del pacto.

La dificultad para que estos cuatro partidos se pongan de acuerdo entre sí, y a su vez atraigan a parte de la llamada sociedad civil, es el qué se entiende por Pacto por Andalucía. Izquierda Unida, los socios de gobierno del PSOE, quieren que esto no sea un simple "manifiesto" para leer el 28 de Febrero, el Día de Andalucía, sino que de, algún modo, mire más allá de estos cuatro años -lo que durará la legislatura-, y supere los acuerdos del pacto que hicieron posible la formación del Ejecutivo de coalición.

Zoido aseguró que "la única línea roja" es la Constitución, aunque en el pacto propuesto por Griñán figura una reforma para, al menos, convertir al Senado en una Cámara territorial y avanzar hacia un modelo más cooperativo de Estado, en el que la Carta Magna, por ejemplo, constitucionalice un modelo de financiación. Sin embargo, en la propuesta del PP, formada por 10 puntos, se dice, a este respecto, que "no es tiempo de experimentos" ni de "formulaciones federalistas". El líder de los populares, que quiso ser muy prudente en esta primera reunión, rehuyó realizar propuestas concretas ni aseveraciones estrictas, al entender, como Griñán, que el pacto debe partir desde la sociedad hacia arriba; es decir, hacia los partidos. Si, finalmente, se llega aun acuerdo, éste tomaría forma en una resolución parlamentaria que se aprobaría con motivo del próximo 28-F.

Hasta aquí, todas son buenas intenciones. O, bien, cada uno representó su papel: el PP no quiere excluirse del Pacto por Andalucía y el PSOE no desea excluir a nadie. De hecho, entre las propuestas que Zoido llevó a José Antonio Griñán hay reclamaciones que, en el fondo, suponen críticas a los gobiernos socialistas: los populares opinan que hay que reestructurar el sector público porque está "sobredimensionado" con "cargos elegidos a dedo" y que es necesario reinvertir más en las ocho provincias.

Los escollos, quizás, se vean más adelante o, posiblemente, a partir de hoy, cuando Griñán se reúna con los representantes de IU, entre ellos, José Antonio Castro, portavoz parlamentario de la federación de izquierdas. Fuentes de IU explicaron a este medio que son "escépticos" por cuanto entre el pacto que ellos quieren, que no es un simple manifiesto, sino un programa para Andalucía, y las políticas de Rajoy "hay cierto grado de incompatibilidad". Por ejemplo, entre los ocho puntos propuestos por Griñán figura el cumplimiento del Estatuto andaluz, y éste marca un porcentaje de inversiones que el Gobierno central debe realizar en Andalucía y que el Ejecutivo de Rajoy no está cumpliendo. También se aborda un cambio en el modelo territorial y una defensa de la sanidad pública, como gratuita y universal. Pero, al menos, de momento, la continuidad de la negociación del pacto seguirá.

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