No hay mejor método para tocar conciencias que contar una historia interpretando la voz de los testimonios que han vivido la situación en cuestión. La Zona representó El Proyecto Laramie para luchar por los derechos de todas las personas que se consideran diferentes en esta sociedad.

La historia de la obra contaba el asesinato que sufrió Mathew Shepard en 1988, que fue apaleado y abandonado mientras agonizaba en Laramie. Constaba de representar la historia por parte de las voces que conocían al chico de 20 años, y a sus asesinos. También recordaron el momento del juicio y las sentencias que se le impusieron a estas dos personas.

Los ocho actores dieron voz a vecinos, profesores de Mathew, asesinos, padres de la víctima... que no daban crédito al suceso por el carácter de Shepard y sus asesinos. Además, muchos de los entrevistados aseguraban que "Laramie es un buen sitio para vivir" o "aquí la gente deja vivir".

La hipocresía de la gente sobre la aceptación de la homosexualidad la mostraron los actores en la obra. Reivindicaron una sociedad donde todos los individuos tuvieran los mismos derechos. Sacaron casos de discriminación como la inmigración y las profesiones de los padres.

Los actores emplearon las sillas como elemento fundamental de la obra y cada uno encarnó distintos personajes. Fue una representación dura, con un buen juego de iluminación y con textos impactantes para que nadie quedara indiferente.

Después de la representación, fueron muchos los asistentes que se acercaron a la obra para darles las gracias por esta reivindicación en forma de obra de teatro y por el buen hacer interpretativo sobre el escenario.