Los hijos de la acusada de encargar matar a su marido en Huércal-Overa confirman su versión
Tribunales
El fiscal pide 22 años de prisión para cada uno de los acusados, en concepto de autor de un delito de asesinato en el caso de D.V.G. y de inductora en el de B.N.A.A.
Los hijos de la mujer acusada de ordenar el asesinato de su esposo en Huércal-Overa, han confirmado ante un jurado popular la versión ofrecida por la procesada, que sostiene que únicamente pidió al supuesto sicario que lo asesinó que le diese "un susto".
Uno de los vástagos de la acusada ha relatado cómo un día antes de acudir a la Guardia Civil ha explicar lo que había ocurrido, la acusada, B.N.A.A., los reunió para decirles que había hablado con D.V.G., presunto autor material de la muerte, para que que convenciera al fallecido para que no se separarse de ella, y que sabía que la conversación había “ido a más”.
Ha señalado que su progenitora “dedujo” lo que había pasado después de que apareciese el cadáver de su esposo, y ha manifestado que el hombre quería separarse porque había iniciado una relación con una de sus hermanas y quería casarse con ella.
También ha resaltado que su madre sufrió un ictus hace unos diez años, lo que provocó que desde entonces sea una mujer “muy despistada” que no reacciona como “una persona normal”, y que cuando habló con ellos estaba “muy triste y no paraba de llorar”. También ha apuntado que no le contó que hubiese entregado dinero a D.V.G.
Esto mismo es lo que ha relatado otra hija de la acusada, que ha insistido en que su madre no les relató que contactase con D.V.G. para dar un susto o una paliza al fallecido, sino para que “hablara” con él y lo hiciera “entrar en razón”, y otro hijo más ha coincidido en este relato y ha recalcado que su progenitora no dijo en ningún momento que encargase la muerte.
La hija a la que B.N.A.A. acusa de haber mantenido una relación con su marido ha negado este extremo, y aunque no participó en la reunión con el resto de sus hermanos, ha indicado como éstos que su madre sufrió un ictus hace años, por lo que “de salud va un poco regular”.
Una cuñada de B.N.A.A. ha declarado por su parte que el sábado 14 de agosto de 2021 la acusada le dijo por la ventana que no había regresado su hermano, así como que la vio “un poco preocupada porque le había llamado y no cogía el teléfono”, y ha precisado que el finado pasaba a veces fuera la noche.
Un primo del muerto ha manifestado también que la procesada le dijo lo mismo desde la ventana, aunque no llegó a acercarse al cortijo en el que apareció el cadáver, aunque sí fue al suyo, que se encuentra a poca distancia, y pudo ver que las puertas estaban abiertas, algo que era normal cuando el fallecido se encontraba allí.
Otro primo ha relatado cómo pidió a un conocido que se acercarse al cortijo de su primo tras una llamada de B.N.A.A., ya que él no podía ir al no disponer de vehículo. Dicho hombre ha añadido por su parte que se lo pidió a otro conocido porque tenía trabajo, y éste último ha confirmado que encontró el cadáver.
Sin embargo, no llamó al 112 u otro teléfono de emergencias desde el mismo lugar del crimen, sino que bajó a un bar desde el que el primo del muerto llamó a la Policía Local.
El fiscal pide 22 años de prisión para cada uno de los acusados, en concepto de autor de un delito de asesinato en el caso de D.V.G. y de inductora en el de B.N.A.A.
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