Tribunales

El acusado de matar al tío de su expareja dice no recordar por "haber consumido de todo"

Audiencia Provincial de Almería.

Audiencia Provincial de Almería.

J.A.J.P., para el que la Fiscalía pide 45 años de prisión por presuntamente matar a cuchilladas al tío de su expareja y apuñalar a la madre de ésta para robar dinero y una caja fuerte con joyas en El Parador, en Roquetas de Mar, ha asegurado este lunes no recordar lo que pasó porque "había consumido de todo".

"Recuerdo una parte. Iba muy borracho. Había consumido de todo, cocaína. Mi suegra me llamó para que bajara a probarme unas zapatillas que había comprado mi exmujer. Me tomé una cerveza hablando con ella. Salí del aseo, me terminé la cerveza, y a raíz de aquello no recuerdo nada", ha manifestado el acusado a preguntas de su letrado, al único que ha respondido, durante la primera sesión de la vista con jurado popular que ha arrancado este lunes en la Audiencia de Almería.

Ha asegurado que es adicto a las drogas y el alcohol, así como que ha estado en tratamiento por ello, a la vez que ha insistido en que la relación con su exsuegra era "normal" porque eran vecinos. "Ella subía a llevarme la comida a casa muchas veces. Yo a veces bajaba a su casa", ha dicho, para añadir que con el hermano de ésta se llevaba bien e incluso se iban "juntos de cervezas al bar de abajo".

"Yo no puedo decir nada de los hechos porque no los sé", ha aseverado el acusado, quien ha apostillado que no recuerda haber bajado a casa de su exsuegra con un cuchillo, ni que el utilizado para el crimen fuese suyo.

También ha declarado la exsuegra del acusado, quien ha negado que el acusado pasase por frecuencia por su casa tras separarse de su hija, y ha apuntado que el día de los hechos, el 3 de enero de 2021, el hombre llamó a su casa y estuvo "preparando unos tenis", así como que le vio el mango de un cuchillo en la cintura, por lo que le preguntó qué llevaba "escondido".

Ha relatado que se fue a su habitación y ella tras él, por lo que fue en este lugar donde presuntamente le propinó una puñalada y perdió el conocimiento tras accionar el botón de teleasistencia que tiene asignado. "Apreté el botón y él dijo que no era nada, y yo decía: sí, sí, sí", ha afirmado.

Una vez recuperó el conocimiento, precisa, se "arrastró" hasta la habitación en la que estaba sentado su hermano y llamó a su hija, la expareja del acusado, ya que en su vivienda sólo se encontraba otra de sus hijas, que padece una discapacidad.

"No me di cuenta de si mi hermano estaba apuñalado o no. Me enteré de que estaba muerto cuando salí del hospital. A mi otra hija no le hizo nada", ha revelado, para afirmar que desde entonces no le abre la puerta a nadie, y tiene "pesadillas" que le impiden dormir.

La expareja del acusado ha indicado que tuvo una relación con él durante 25 años, de los que 17 fueron de convivencia, y que éste tenía una orden de alejamiento dictada un par de meses antes. "Él tenía especial afición por los cuchillos", ha manifestado tras identificar el arma homicida como propiedad del investigado.

También ha sostenido que era consumidor de hachís y alcohol y que "cuando la pillaba gorda era agresivo". "Yo ya no aguantaba las borracheras, las peleas", ha abundado. Ha concretado que el hombre sabía dónde estaba el dinero y las joyas en casa de su madre, además de la fecha en la que ésta cobraba la pensión.

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