Una nueva agresión a la estatua de John Lennon obliga a su séptima reparación
La concejala de Cultura muestra su "desolación" por los destrozos en la escultura
El Ayuntamiento de Almería lamentó ayer el último destrozo que los "vándalos" han causado en la estatua con la ciudad rinde homenaje a la figura del músico John Lennon y con la que se da testimonio de su presencia en Almería hace ahora cuarenta años donde compuso íntegramente la canción 'Strawberry fields forever' y rodó 'How I won the war'.
Según indicó el Área de Cultura, la estatua, en la que aparece el componente de The Beatles sentado tocando una guitarra, perdió en la agresión "buena parte del mástil", una pieza que hasta el momento no ha sido encontrada y que obligará a reparar la escultura por séptima vez con un gasto superior a los 5.000 euros, según indicaron fuentes municipales.
Pese a que los técnico municipales aún no han valorado los daños, desde el Ayuntamiento se recordó que en anteriores ocasiones la efigie sufrió daños similares en las que sí se llegó a encontrar las piezas arrancadas y cuyo arreglo también corrió a cuenta de las arcas municipales. La edil de Cultura, Lola de Haro, mostró en un comunicado su "desolación y malestar" por los daños causados en la escultura después de que el equipo de gobierno municipal decidiera trasladar en junio la escultura desde La Rambla hasta el Paseo de Almería al estimar que se trataba de un lugar "más transitado y céntrico que evitaría la sucesión de destrozos" a la que se había sometido. De hecho, la estatua, que fue inaugurada en marzo de 2007, llegó a recibir agresiones incluso antes de su presentación oficial. De igual forma, antes de este primer destrozo desde su traslado, la obra de la artista almeriense Carmen Mudarra, ha perdido las gafas en dos ocasiones, se le han destrozado las clavijas de su guitarra y ha sido pintada con los colores de la selección española durante la última Eurocopa. La responsable de Cultura, que lamentó "la penosa imagen que este tipo de actos transmiten", señaló que cada vez que hay que reparar o sustituir un elemento del patrimonio cultural u ornamental de la ciudad dañado por los vándalos, "se hace a costa del dinero que pagamos todos los almerienses".
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