“Almería es la elegida, el parque Disney se hará aquí"
Tres emisarios de Disney viajaron a la provincia en 1982 y la señalaron como ubicación ideal antes de que las disputas internas y la falta de infraestructuras llevaran el proyecto a París
Con una amplia programación que incluirá manualidades, talleres, castillos hinchables y foodtrucks, la jornada servirá para dar la bienvenida a la Navidad
A finales de 1982, tres emisarios de Disney procedentes de Estados Unidos llegan a Almería para negociar la implantación de un parque de la compañía en la provincia. No se trata de una visita exploratoria más, sino de un viaje con una ubicación concreta ya preseleccionada. Durante su estancia se reúnen con el entonces presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Almería, Ramón Gómez Vivancos, con quien mantienen un encuentro para avanzar en el proyecto.
Los representantes de Disney ya habían recorrido previamente distintos puntos del territorio almeriense. En una de esas jornadas llegan incluso a comer pescado en El Alquián y, según recordaba Ramón Gómez Vivancos, su impresión fue clara y directa. Se lo dijeron: “Almería ha sido elegida, es la provincia perfecta para instalarse.”
La ubicación prevista se sitúa cerca de la capital, en un enclave del entorno de Cabo de Gata, posiblemente en la zona donde hoy se encuentra El Toyo. Todo parece prácticamente encauzado y con visos reales de ver la luz, hasta que el proceso empieza a enturbiarse por la aparición de discordancias entre distintas zonas de España por hacerse con el proyecto.
Según el propio testimonio de Ramón Gómez Vivancos, comienzan a surgir propuestas desde otros territorios. Con Felipe González ya al frente del Gobierno, se plantea Sevilla como alternativa y empiezan a sonar otras provincias que entran de lleno en la pugna por el megaproyecto, entre ellas Tarragona, Castellón, Valencia y Alicante, lo que acaba generando un escenario de competencia interna que debilita la posición inicial de Almería.
En ese contexto, Disney vuelve a contactar con Ramón Gómez Vivancos para comunicarle la decisión definitiva con una frase que marca el desenlace de esta historia: “No podemos porque no paráis de pelearos entre vosotros mismos.”
Del entusiasmo de Almería al desenlace en París
La provincia pasa así de ser la elegida inicial a quedar descartada en favor de otras opciones. Finalmente, el proyecto termina instalándose en París, poniendo fin a una de las mayores oportunidades históricas que pudo transformar el futuro de Almería.
Este episodio queda grabado como una de las grandes ocasiones perdidas de la provincia, un relato que se suma con el paso del tiempo a otros episodios vinculados al imaginario colectivo, como la supuesta relación de Walt Disney con Mojácar o los posteriores macroproyectos que también quedaron en el camino.
Hoy, aquel momento sigue resonando como símbolo de lo que pudo ser y no fue: una decisión que estuvo muy cerca de convertirse en realidad y que se desvaneció, no por falta de atractivo del territorio, sino por la falta de entendimiento entre quienes debían remar en la misma dirección.
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