El almeriense que reinserta a los “pibes” de la Patagonia Argentina

Almería

El misionero de Purchena Luis García Rodríguez llegó al sur de Argentina hace 30 años y desarrolla una espectacular labor pastoral, social y humanitaria

Luis García
Luis García / D.A.
José Manuel Bretones

Almería, 28 de enero 2024 - 08:00

Hace 30 años, en 1994, los almerienses Luis García Rodríguez y Juan Antonio Plaza Oña, curas y ex alumnos del instituto mixto “Alhadra”, se marcharon como misioneros al sur de Argentina. Después, le siguieron Pedro Antonio Pérez Martínez, el velezano Alfonso Sola Lopez y Rafael García Yebra.

En los años en los que el Papa Francisco era Jorge Mario Bergoglio, todos efectuaron una destacadísima labor social, humanitaria y pastoral; a veces, con riesgo de sus vidas. Hoy, tres décadas después, solo sigue allí el purchenero Luis García Rodríguez. Y continúa para beneficio de la población de Viedma y, sobre todo, de los “pibes” que rescata de las negras tenazas de las adicciones, rehabilita e inserta en la sociedad.

Luis García, en el centro, junto a Jorge, coordinador de la pastoral de adicciones y Pablo, acompañante en el centro de día
Luis García, en el centro, junto a Jorge, coordinador de la pastoral de adicciones y Pablo, acompañante en el centro de día / D.A.

Hace dos años creó y estructuró, en línea con la Federación “Hogares de Cristo” en Argentina, la pastoral de adicciones de la parroquia Nuestra Sra. de la Merced, en Viedma. “Allí –asegura Luis García- las etapas que recorre la persona con consumo problemático en el proceso de rehabilitación, son conocidas como “umbrales” y se refiere a los niveles de tolerancia o resistencia que se tiene hacia una sustancia. Al abordar la rehabilitación y tratamiento para adaptar las intervenciones de manera efectiva es importante tener en cuenta los umbrales”.

Los primeros en llegar a este lugar de paz y desintoxicación fueron, en julio de 2022, muchachos que vivían en la calle y solían acudir al albergue de la Capilla San Cayetano y, en otras ocasiones, se refugiaban en el centro Capilla Virgen Misionera. Desde el principio, el almeriense y sus voluntarios aportaron a los desarraigados acompañamiento, dignidad y crecimiento como personas. “Lo interesante –explica- es que, en todo lo que se hace, la fe aparece como realidad esencial; todo lo atraviesa”.

Manifiesta que esa transmisión comunitaria y el crecimiento en valores y actitudes, provoca que la convivencia entre los chicos sea “una realidad muy interesante, donde el elemento familia está muy presente. El trabajo en común es la línea fuerte del éxito”. La semilla solidaria ha comenzado a brotar y ya se encuentra trabajando con la parroquia de San José de la Matanza para abrir un centro en la comunidad de Fátima que será destinado a trabajar con mujeres.

Centro “Adra”

Precisamente, Luis se encuentra durante este mes de enero en Almería para visitar a familia y amigos y aprovecha su presencia para difundir entre las instituciones, organismos, empresas y fundaciones españolas el maravilloso proyecto de rescatar a chicas argentinas de las garras del consumo de estupefacientes y aportarles esperanza y una calidad de vida digna.

Ya hay ejemplos esperanzadores como el de Jorge Javier Dehais, “El Flaco”, que lleva quince años fuera del consumo y se ha convertido en un referente para los demás.

Pero el cura purchenero quiere más acciones a favor de los más vulnerables. Gestiona, entre otros proyectos en desarrollo, el grupo de acompañamiento a familiares, un centro de día con hospital de campaña u otro de rehabilitación, llamado “chacra”, que coordina la Fundación Creando Futuro y que ha sido bautizado con el nombre de Adra, población almeriense en la que Luis estuvo de párroco hace años. “Con todo este trabajo, lo que buscamos es la rehabilitación, crecimiento integral y reinserción de la persona, incidiendo de un modo especial en la recuperación de valores, en la convivencia y la adquisición de hábitos saludables. En definitiva, la dinámica de una comunidad hogar, que nos lleve a una experiencia profunda de familia”.

Sesión con los pibes en uno de los de los centros que ha montado el almeriense en Viedma
Sesión con los pibes en uno de los de los centros que ha montado el almeriense en Viedma / D.A.

Narcóticos anónimos

La solidaridad se consolida como una de las líneas de trabajo más fuertes. “En todas las comunidades hay acciones, por ejemplo, en la Catedral tenemos una residencia universitaria para jóvenes de otras regiones y con pocos recursos; en la casa parroquial convivimos con algunos jóvenes; está “Narcóticos anónimos”, un banco de ropa, un grupo de emprendedores que aprende profesiones y oficios, un taller de costura y se organiza la feria solidaria de prendas a precios irrisorios para aportar recursos a los proyectos y al banco de alimentos. De igual forma, los productos de las huertas que cuidan los chicos atendidos se venden a precios muy bajos para beneficiar a la población del entorno.

Luis García considera que la realidad misionera almeriense, en estos momentos, es muy pobre porque la crisis de vocaciones en Europa es terrible. En Argentina existen muchas parroquias sin cura. “Lo bueno es que lo sinodal es una realidad fuerte. Muchas acciones las impulsan, gestionan y los propios laicos organizados las concretan. Es muy interesante porque se ha crecido mucho en conciencia sinodal, corresponsabilidad y compromiso”. Además, existen otros proyectos como el de alfabetización de adultos o la fiesta mensual de personas mayores.

El misionero de Purchena también tiene un amplio catálogo de acciones pastorales en Argentina. Muy lejos de su comarca de nacimiento, más de 10.400 kilómetros, pero azuzado por el ímpetu dinámico y audaz de las gentes del Almanzora. Eucaristías, reconciliación de matrimonios, bautismos, pastoral universitaria, catequesis, confirmaciones, consejo pastoral, reuniones comunitarias y un nuevo proyecto vinculado a la diócesis: la creación del grupo “Amigos de la Catedral”.

Como es lógico, esta gran cantidad de proyectos religiosos, solidarios, solidarios y sociales necesita recursos. La situación económica en Argentina no permite muchos dispendios, por lo que un grupo de almerienses en general y de roqueteros en particular apoya la iniciativa del purchenero en Viedma. Han iniciado una campaña de socios que permita “fortalecer esta experiencia de vida”. Se llaman “Colaboradores con la Patagonia” y tienen abierta una cuenta en Cajamar Caja Rural destinada a recibir aportaciones: ES7730580112402720008272.

Finalmente, indicar que allí Luis García es el alma de la fundación “Creando Futuro”, que enseña oficios y cobija a niños desamparados. Los voluntarios -uno de ellos de Almería, Manolo Ruiz- le ayudan en su difícil y complicada pero gozosa tarea. Luis García evoca a Almería con el nombre de municipios de la provincia para sus talleres de carpintería, electricidad o agricultura. Las grandes empresas de su comarca natal e instituciones como la Diputación Provincial algo podrán ayudarle en su labor social y humanitaria…

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