En los períodos vacacionales las posibilidades de exposición a las drogas se incrementan debido al tiempo libre y al cambio en las rutinas que, habitualmente, se llevan a cabo.

Esto es especialmente significativo en los y las jóvenes a los que las drogas y las conductas adictivas pueden "presentarse" sólo con una de sus dos caras: la cara amable, festiva, agradable, con imagen positiva… (y no la que se descubre con el paso del tiempo o con el inicio de las problemáticas que llevan asociadas. Si ésta fuese la primera en presentarse no tendrían, tendríamos problemas de adicciones)

En verano pasan más tiempo con el grupo de iguales y se produce una relajación en las normas familiares. Sin embargo, hay que diferenciar entre los consumos ocasionales, experimentales, puntuales, abusos, intoxicaciones… y la instauración de una adicción. Esto último depende de múltiples factores y, sobre todo, del tipo de sustancia o actividad adictiva de la que se hable.

En las últimas décadas la sociedad española ha ido modificando los patrones de consumo. Los y las jóvenes se inician a edades tempranas, sobre todo en el consumo de alcohol, pero el uso y abuso de drogas y de las TIC no es algo aislado en la vida de los jóvenes. El Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías considera que todos los menores y adolescentes son vulnerables respecto al consumo de drogas, pero no todos tienen los mismos factores de riesgo. Dependiendo de estos factores, aumenta o disminuye su vulnerabilidad.

Los datos muestran un aumento considerable de menores y jóvenes consumidores con perfiles alejados de los conocidos de tipo marginal, desestructuración familiar, etc.

Es en éstos en los que habría poner el foco también: menores y jóvenes con familias y vida estructurada (estudian o trabajan) que se inician, a una edad temprana, en el consumo asociado al tiempo de ocio y al grupo de iguales.

Los últimos datos son preocupantes, pero también lo es la aceptación social en torno al alcohol, por ejemplo, y la facilidad que tienen los jóvenes para comprarlos ellos mismos.

Más de la mitad de los jóvenes considera que beber alcohol sólo los fines de semana o en fiestas no le ocasionará problemas.

Un dato significativo es que los menores se inician al consumo de alcohol alrededor de los 14 años y que más de un tercio de los menores de 17 años afirma emborracharse una vez al mes, mientras que tan solo 3 de cada 10 menores dicen no haber consumido nunca bebidas alcohólicas.

En los últimos tiempos se está produciendo un aumento alarmante del número de menores que son atendidos en urgencias por coma etílico y otros incidentes relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas.

La legislación española prohíbe la venta o dispensación de alcohol a menores de 18 años, sin embargo, el acceso de los menores a esta sustancia es relativamente fácil.

Por todo esto se hace necesario incrementar la sensibilización y prevención con la complicidad de todos y desde todos los ámbitos. Realizar campañas a través de los medios de comunicación para poner el foco en determinadas actividades de riesgo de los jóvenes y para concienciar a las familias y al resto de la sociedad, de la responsabilidad que tenemos en la salud y bienestar de menores y jóvenes.

Es necesario no descuidar el control de las actividades en el tiempo libre de los hijos e hijas, especialmente en estos periodos.

A través de las campañas se debe invitar a los receptores a observar el cumplimiento de la legislación vigente y promover alternativas de ocio saludable.

Promover actividades alternativas de ocio saludable.

Educar a cerca de los riesgos no deseados relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias.

En cuanto a lo asistencial, en nuestra provincia, con aumento de población en periodos vacacionales, la actividad asistencial se mantiene, aunque el hecho de que personas que están en tratamiento inicien su periodo vacacional, dejando su domicilio habitual, requiere, como con otros problemas de salud, preparativos socio-sanitarios específicos(informes para desplazamientos, preparar para enfrentarse a cambios, diferentes entornos, medicación,…. También en estos periodos vacacionales, la provincia recibe población de otras provincias y países, que conlleva otro tipo de actuaciones que en otras épocas del año son menos frecuentes: relación con otros servicios especializados de la de otros lugares de España y otros países, con los centros de atención primaria de salud, con personal de los servicios sociales, para poder atender las demandas de las personas afectadas por las adicciones. Se podría decir, que en estos periodos, las situaciones imprevistas se presentan más, requiriendo intervenciones breves (recortadas en el tiempo), coordinación con otros dispositivos, profesionales externos al sistema habitual, y se mantienen las consultas y los recursos de atención socio-sanitaria habituales abiertos.

En el Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de Almería en el 950 211101, se da cita previa para información o atención socio-sanitaria, para cualquier tipo de dificultad con las adicciones (alcohol, cannabis, cocaína, heroína, ……..y adicciones sin sustancia).