Tres almerienses muertos al caerse un helicóptero en Lorca

El lado oscuro de Almería

Las tres víctimas habían salido unos cuarenta minutos antes de la barriada roquetera de Aguadulce y se dirigían a celebrar una comida con unos amigos en la localidad murciana de Bullas.

Un miembro de los equipos de rescate, junto al helicóptero siniestrado.
Un miembro de los equipos de rescate, junto al helicóptero siniestrado.
José Ángel Pérez / Periodista

17 de enero 2011 - 01:00

ESTE mes de enero se cumplen cinco años del fallecimiento de tres almerienses en un trágico accidente aéreo ocurrido en el termino municipal de Lorca al capotar y estrellarse contra el suelo el helicóptero en el que viajaban como consecuencia de las adversas condiciones meteorologicas.

Juan Hernández Martinez de 61 años de edad, gerente de la empresa "Lema" (Investshelter S.L), José Riquelme Pacheco de 55 años, jefe de la torre de control del aeropuerto de Almería y Cristóbal Ruiz Sánchez de 33 años, ingeniero aeronáutico del aeropuerto, murieron el 27 de enero de 2006 en el acto. El siniestro se produjo en la sierra murciana de La Tercia en el término municipal de Lorca, en una zona donde en esos momentos según los técnicos de Protección Civil de la comunidad murciana existía una intensa niebla y llovía torrencialmente. El helicóptero había salido unos cuarenta minutos antes procedente de la barriada roquetera de Aguadulce y los ocupantes iban a mantener una comida con unos amigos en la provincia murciana ya que la hoja de vuelo tenia como destino la localidad murciana de Bullas. El helicóptero era un modelo Robison 244 de la empresa Centros Ecológicos Andarax S.L, con sede en Perchina. En esa localidad tenia Juan Hernandez la sede de "Lema Factory".

El aparato, pilotado por Hernández perdió el control en las estribaciones de la sierra, alrededor de la una de la tarde estrellándose violentamente en una zona forestal de difícil acceso, donde tras impactar en el suelo se incendió quedando los tres ocupantes atrapados entre un amasijo de hierros y chapas ardiendo. Apenas quedaron restos del aparato, solo la parte trasera, ya que el violento impacto provocó que diversas partes del fuselaje apareciesen esparcidas a más de cincuenta metros del lugar del siniestro.

El fuego del helicóptero provocó a continuación un incendio de matorral y monte bajo que afectó un radio de varios kilómetros y que fue extinguido por agentes forestales y efectivos del servicio del parque contra incendios de Lorca.

El siniestro tuvo lugar a unos doce kilómetros al noroeste de Lorca, en el denominado paraje "Llano del Zarcito" de la sierra de la Tercia, a un kilómetro de la ermita de la Virgen de la Salud, de la diputación de La Hoya. Según fuentes de la investigación unos operarios que se encontraba trabajando en las reparaciones de unas viviendas en el paraje del Comino fueron testigos directos del accidente al ver caer el helicóptero y su posterior explosión en tierra. Estos operarios fueron las personas que dieron de inmediato aviso al servicio de coordinación de emergencias del 112. El aparato que quedó totalmente calcinado se estrelló en una ladera de un barranco abrupto y pronunciado de difícil acceso. Las posibles causas del accidente apuntadas en su día, fue la situación climatológica de la zona a esa hora, con fuertes lluvias, escasa visibilidad y bastante neblina.

El suceso provocó una honda consternación en toda la provincia. Juan Hernández Martínez, que recientemente habia obtenido el titulo de piloto y tripulaba la aeronave, era propietario de una factoria dedicada a la construcción de embarcaciones deportivas y de recreo y asi mismo propietario de la empresa "Cultivos ecologicos del Andarax" y en esas fechas tenia previsto la construcción de 130 viviendas en Pechina. Centenares de personas acudieron a su funeral oficiado en la iglesia parroquial de Aguadulce.

En el cementerio municipal de Canjáyar, localidad de origen de sus padres, recibió sepultura, Cristobal Ruiz Sanchez, el ingeniero aeronáutico fallecido. Unos días antes habia sido destinado a Madrid y tenia previsto dejar su puesto en el aeropuerto almeriense el 1 de febrero. Hijo de un conocido médico almeriense, tenía 33 años de edad, estaba soltero y habia cursado sus estudios de Ingenieria Aeronática en la capital de España. El pueblo entero de Canjayar se volcó para darle el ultimo adios.

Finalmente los restos de José Riquelme Pacheco, jefe de la torre de control del aeropuerto de Almería fuenron enterrados en su localidad natal en Alcantarilla (Murcia). Pese a su origen murciano se sentía almeriense por los cuatro costados, ya que llevaba más de veinte años en Almería donde nacieron sus hijos Alejandro y Teresa. Viajero empedernido y amante de la musica era una persona muy apreciada. Su tragica muerte, como en el resto de sus compañeros, sorprendió en el amplio circulo en que se movia,especialmente entre los trabajadores del aeropuerto y sus numerosos amigos.

Recordemos que este mes de enero, hace tambien un año de la muerte de tres personas en otro accidente aereo en Almería al caer al mar un helicóptero de Salvamento Marítimo frente al aeropuerto de Almería mientras que la cuarta persona que viajaba en el helicóptero fue recatada con vida

El servicio de emergencias del 112 recibió una llamada de alerta de la Torre de Control del aeropuerto después de que los trabajadores divisaran unas bengalas a unas cinco millas en el mar, tras perder el control de la aeronave por radio y en la pantalla. Los cuatro tripulantes habían salido a hacer unas maniobras de vuelo con la embarcación 'Névola'. El rescate de los cadaveres se produjo unos dias mas tarde del accidente ante las difcultados que entrañaron su localización.

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