Zonas desfavorecidas de la provincia de Almería

El 20% de almerienses vive en barrios pobres

  • La Junta elaboró un informe de zonas desfavorecidas en la que Almería tiene 130.000 habitantes, solo por detrás de las provincias de Cádiz y Sevilla

Imagen de archivo de un joven bañándose en garrafas en el barrio de Los Almendros de la capital almeriense.

Imagen de archivo de un joven bañándose en garrafas en el barrio de Los Almendros de la capital almeriense. / RAFA GONZÁLEZ (ALMERÍA)

Quince barrios de la provincia de Almería fueron incluidos como Zonas Desfavorecidas de Andalucía. Son El Puche, La Chanca-Pescadería, Fuentecica-Quemadero, Araceli-Piedras Redondas-Los Almendros, El Barranquete, La Carretera de La Mojonera, La Gangosa-Vistasol, El Ejido Centro, Las Norias-San Agustín (Níjar), Venta del Viso y Pampanico (en El Ejido).

El objeto de la “Estrategia Regional Andaluza para la cohesión e inclusión social. Intervención en zonas desfavorecidas” (ERACIS, en adelante) es la actuación sobre las zonas de los pueblos y ciudades donde se registran situaciones graves de exclusión social y/o donde existen factores de riesgo de que se produzcan, así como actuar sobre el contexto general del municipio a fin de transformar la visión que se tiene sobre estas zonas y viceversa, de forma que se promueva la eliminación de la territorialidad como un factor de exclusión.

Zonas desfavorecidas de Almería Zonas desfavorecidas de  Almería

Zonas desfavorecidas de Almería

En Almería, más de 130.000 personas viven en estos barrios catalogados como desfavorecidos. Hay que tener en cuenta que tan solo en el barrio de El Puche, por ejemplo, se contabilizan casi 15.000 personas, otras 10.000 en el barrio de La Chanca-Pescadería y más de 10.000 en Araceli-Piedras Redondas y Los Molinos. Todos ellos con importantes necesidades a tener en cuenta: falta de empleo, estado de las viviendas, limpieza de las calles o la okupación, entre otros muchos. En las últimas fechas se ha sumado el problema de los cortes en el suministro eléctrico por la gran cantidad de plantaciones de marihuana que se ha generado en el interior de muchas viviendas.

Pero para que un barrio prospere, además de contar con las ayudas de las administraciones, las oportunidades de empleo son cruciales, como en cualquier caso. Por zonas, en Almería capital el entramado es más complejo porque desde 1991 la pobreza ha cambiado de barrios a pesar de que la mayoría se asienta en la zonas tradicionalmente desfavorecidas tales como La Chanca, San Cristóbal, Araceli o Los Almendros, con un nivel de vulnerabilidad medio, y el barrio de El Puche, que sigue soportando la mayor tasa de pobreza de la capital con nivel muy alto (su porcentaje de paro, en algunas zonas, supera el 60%).

Zonas vulnerables de Almería capital Zonas vulnerables de Almería capital

Zonas vulnerables de Almería capital

El final de la década de los 70’ marcó un antes y después en la forma en la que la ciudad de Almería está estructurada, tanto en lo urbanístico como en lo social. Las lluvias torrenciales fueron excusa para iniciar un proceso de segregación residencial que llevó a cientos de vecinos de La Chanca o el Casco Histórico a barrios como el de Los Almendros o el Puche, la mayoría de estos de etnia gitana. En principio, su estancia en estas zonas iba a ser temporal, se les construyeron casas sin demasiados artificios, con lo básico, y se les dijo que su cambio de residencia no se alargaría. Cincuenta años después, las viviendas, de desacertada construcción, se han degradado, y sus gentes siguen esperando que alguien se preocupe verdaderamente por ellos.

En las últimas tres décadas, la capital ha perdido un tercio de zonas vulnerables según el informe de Fomento. Hay barrios que han mejorado, pero otras zonas que han empeorado. El Zapillo entró en el mapa de barrios desfavorecidos del Ministerio de Fomento aunque lo hace nivel de riesgo bajo. Ha influido el envejecimiento de su parque de viviendas, una población también envejecida y con escasas retribuciones en pensiones y un aumento de inmigración con recursos económicos bajos. También lo hace la plaza de Toros y su entorno, el barrio San Félix y parte de Los Ángeles.

En el centro y oeste de la capital hay grandes zonas que han dejado de ser vulnerables tales como Las Chocillas, Los Molinos o el barrio de El Diezmo así como la mayor parte del barrio de Torrecárdenas. La calle Iniesta marca el límite entre unas zonas y otras. En el sur, también mejoran su situación el Tagarete y las 500 Viviendas, que han dejado de aparecer en el mapa elaborado por el Ministerio de Fomento.

Junto al Casco Histórico también dejan de ser vulnerables la calle General Luque y su entorno. En cuanto a la zona centro de la capital, la Plaza de Toros ha entrado de lleno. La delimitación parte desde la Avenida Federico García Lorca llegando a calle Prim, Parra y calle Alfareros. La Calle Alfarerías, Restoy, Calle Calvario, Cucarro, Palma o Silencio. Cercano a la zona se encuentran nuevas como calle Canteras, Serafín o María Guerrero (cercanas a calle Murcia).

Distribución por tamaño Distribución por tamaño

Distribución por tamaño

La Carretera de la Mojonera, en Roquetas de Mar, tiene un 57,48% de paro y su porcentaje de población analfabeta es la más alta de la provincia, rozando el 24%. Otros barrios vulnerables con datos elevados de paro son El Puche (40,09%), la Fuentecica y el Quemadero (44.35%), Araceli-Piedras Redondas-Los almendros (44.64%), el Barranquete de Níjar (31,93%), La Gangosa-Vistasol en Vícar (35,36%), Las Norias-San Agustín en El Ejido (37,04%), la Venta del Viso en La Mojonera (29,60%) o Pampanico, también en El Ejido, en un 29,92% de paro entre sus habitantes.

La media de parados en estos barrios se sitúa en el 40%, mientras que la población analfabeta y sin estudios roza el 16%. Las zonas más desfavorecidas suelen crearse en aquellas localidades con más acumulación de población. Por ello, Almería capital, Roquetas y El Ejido cuentan con la mayor parte de estas. Aunque lo cierto es que se mejora favorablemente. Por ejemplo, el municipio de El Ejido ha conseguido reducir el nivel de vulnerabilidad de Santa María del Águila de nivel alto a nivel bajo en los últimos 30 años y trabaja para mejorar las condiciones de la Loma de la Mezquita.

Roquetas de Mar ha logrado mantener en niveles muy bajos la vulnerabilidad de algunos espacios situados en centro-este haciéndolos casi desaparecer en las últimas tres décadas, pero no logra hacer lo propio con la carretera de la Mojonera en su entorno, que ha pasado de un nivel bajo de vulnerabilidad a uno muy alto en la última referencia que indica el informe del Gobierno.

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