Los almerienses vuelven al tranco para hablar y tomar el fresco

¿Quién no ha jugado de niño en la puerta de su casa o de sus abuelos mientras los mayores conversaban hasta altas horas de la noche? Las calles eran la prolongación de las casas, los espacios públicos eran parte de la vida de los vecinos, las miradas a esos entornos eran distintas y el cuidado también. A muchos de nosotros, encontrar a los vecinos con sus sillas en la puerta, puede retrotraernos a la infancia en todo caso se trata de una tradición inmaterial muy nuestra que se han propuesto recuperar en el Casco Histórico de Almería, manifiesta la presidenta de la Asociación del “Casco Histórico de Almería”, Magdalena Cantero.

El Casco Histórico de Almería tiene la población más envejecida de la ciudad, aquí se da la mayor concentración de mayores, por ello les ha parecido importante, “sacarlos a la calle, hablar con ellos y sobre todo, escucharlos”.

La morfología del Casco Histórico de Almería, con calles estrechas, y en el que el acceso de los vehículos se complica, es el lugar idóneo para hablar, eso sí, cada uno debe llevarse su silla.

Han iniciado esta primera experiencia en la calle Pizarro. Hay vecinos que se conocen de vista, pero nunca han compartido conversaciones más allá del “hola y adiós”, nos parece necesario detener el tiempo durante unos instantes y saber quiénes somos, a que nos dedicamos, aprender a conocernos y hacer progresivamente de las calles una prolongación de nuestras casas.

El objetivo fundamental, continua la presidenta de la Asociación vecinal, es que los vecinos salgan a la calle, que interactúen y que contribuyan con su presencia a hacer el Casco Histórico un lugar lleno de vida, donde el concepto de vecino recupere su dimensión de cercanía y se le elimine del tinte peyorativo que ha tenido durante muchos años, y que ha conducido a la despersonalización e individualización de las ciudades, incluida la nuestra.

Hablaremos, escucharemos y aprenderemos unos de otros. Un gesto que aparentemente es fácil pero que requiere su tiempo y su espacio.