"Los mismos alumnos han valorado la calidad de los cursos con notable alto"
El máximo responsable de la institución de enseñanza dice que los seminarios estivales han dejado en su memoria imágenes imborrables, como la del escritor Juan Marsé recibiendo la Medalla de Oro de la UAL
Los cursos de verano de la Universidad de Almería han finalizado su edición de este año con casi 1.000 alumnos. La cifra, unida a la buena nota que le han dado los participantes a estos seminarios, puntuados por encima del notable alto, hace que el balance sea muy positivo. "Para nosotros es una garantía de que el trabajo que se hace se está haciendo bien", señala el rector de la UAL, Pedro Molina, en esta entrevista en la que también repasa algunos de los contenidos tratados por los ponentes y sobre los que más han preguntado los alumnos.
-Un año más, la asistencia de alumnos ha sido considerable. En total, han contabilizado unos mil alumnos. ¿Qué balance realiza de un dato que puede ser considerado como 'masivo'?
-Muy positivo.
-Porque además los alumnos así lo han reflejado en las encuestas a rellenar al término de las clases...
-Estoy satisfecho porque las encuestas que se han realizado entre los inscritos en nuestros seminarios nos dan un notable alto y siempre una nota tan buena es sintomática de la calidad de las ponencias, talleres y mesas redondas, de que se han alcanzado los objetivos previstos.
-La calidad de los ponentes y la variedad de temas también es muy importante. Destaca también el hecho de que en estos seminarios se haya hablado sobre cine, empleo, gastronomía, literatura. Son temas muy variados...
-Sí, porque lo que pretendemos siempre con estos cursos es que se conviertan en un espacio para la reflexión, para el diálogo, para poder profundizar en algunos temas con otra perspectiva. Además, nos satisface saber que los ponentes que han participado este año (137 en total) se han ido contentos. Eso, para nosotros, es una garantía de que el trabajo que se hace se está haciendo bien.
-La disponibilidad de los municipios ha sido muy alta para acoger un año más las clases. En concreto, este año han sido siete sedes...
-Así es y eso responde a que las relaciones institucionales con los ayuntamientos son muy buenas, independientemente del signo político que cada uno tenga. Partiendo de ahí, los alcaldes así me lo transmiten cuando converso con ellos, es importante que los ciudadanos sientan que la Universidad está cerca de ellos y por eso nos empeñamos en abrir el círculo lo máximo posible. Creo que repartir los cursos por distintas sedes es una buena oportunidad para conseguir este objetivo.
-Pese a la crisis, en la colaboración también han seguido manteniéndose importantes baluartes como es el caso de Cajamar o la Diputación Provincial de Almería...
-Sí, y confío en que siga siéndolo en ediciones venideras. Firmamos con la Diputación un convenio de colaboración que ha sido muy positivo, las relaciones instituciones hasta ahora han sido ejemplares y espero que eso no cambie. Y a Cajamar, agradecerles como siempre su colaboración y habernos cedido ese espacio privilegiado recuperado para la ciudad que es el edificio de Las Mariposas.
-Un año más, en el programa aparecen con letras grande los nombres de ponentes de prestigio a nivel nacional e internacional. Como rector de la Universidad de Almería, ¿qué le hace pensar esto? ¿Piensa que la institución está bien considerada fuera de las fronteras de la provincia?
-Contar con el consejero de Empleo, con el presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, con el director de cine Agustín Díaz Yanes, con Visconti otro año más, con Antonio Pascual Acosta, por citar sólo algunos, es para nosotros un espaldarazo a esa excelencia académica que pretendemos alcanzar con cada cosa que hacemos en la Universidad. A nivel personal, me quedo con las conversaciones que hemos mantenido con los ponentes, que siempre me resultan interesantes y enriquecedoras. Me gusta conversar, pero también me gusta escuchar. Escuchar y aprender, porque creo que siempre debemos seguir aprendiendo, incluso de aquellos temas con los que no estamos familiarizados.
-Si tuviera que elegir un momento, ¿con cual se quedaría?
-Me quedaría con la entrega de la Medalla de Oro a Juan Marsé. De los libros de un escritor pueden hablar otras personas tan bien o hasta mejor que el autor, pero nadie va a ser capaz de explicar mejor que él de las razones de su escritura o de las claves que utiliza para desarrollar su trabajo. Haber tenido en los cursos de verano a Marsé y otros escritores como Manuel Vicent o Enrique Vila-Matas ha sido un privilegio para nosotros y para los alumnos.
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